La abogacía del Estado español presentó hoy una querella por un presunto delito de injurias contra Francisco Nicolás Gómez Iglesias, el joven de 20 años conocido como "el pequeño Nicolás" que supuestamente se hizo pasar por agente del gobierno, asesor de cargos públicos e incluso enlace de la casa real.
Hace unos días, el joven dijo en varias entrevistas a medios de comunicación españoles que había realizado trabajos para el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y otros organismos del Estado.
El CNI desmintió estas declaraciones y se personó como parte en la investigación que se lleva a cabo contra el joven por supuestos delitos de estafa, falsedad documental y usurpación de funciones públicas.
Los servicios de inteligencia españoles pusieron los hechos en conocimiento de la Abogacía General del Estado con el objetivo de determinar si las declaraciones del joven podían ser constitutivas de delito.
La historia del "pequeño Nicolás" impactó en España a mediados de octubre, cuando fue detenido acusado de hacerse pasar por miembro del gobierno y utilizar información falsa.
El joven, un estudiante de finanzas de aspecto aniñado y ojos azules, mostraba en las redes sociales fotografías junto a algunas grandes personalidades de la política, la empresa y las finanzas. En una de ellas aparecía incluso saludando al rey Felipe VI el día de su proclamación como monarca.
Tras sus declaraciones a los medios, la presidencia del gobierno español, la casa real y el CNI negaron haber tenido relación con el joven, que actualmente se encuentra en libertad, aunque imputado.
Francisco Nicolás llegó a decir que el CNI requirió sus servicios para mediar en el proceso judicial en el que está imputada la Cristina de Borbón, hermana del rey Felipe VI.
Nacido en un barrio humilde de Madrid y en una familia de clase media, el supuesto impostor empezó a urdir su gran mentira con apenas 15 años, cuando comenzó a frecuentar los círculos de las Nuevas Generaciones del Partido Popular (PP), el brazo juvenil de la formación de Mariano Rajoy.
Según publicó la prensa española, se presentaba como un alto cargo bien relacionado y prometía a empresarios la participación en suculentas inversiones y operaciones inmobiliarias.