El lunes pasado, la Presidenta Michelle Bachelet presentó oficialmente el proyecto que busca modificar el sistema de financiamiento de la política.
Como una manera de compensar la merma que implicará la prohibición de los aportes de empresas y la eliminación de la figura de donaciones reservadas, cambios que constituyen el eje motivador de esta reforma, la iniciativa incluye una nueva manera para que los partidos políticos sustenten su funcionamiento: la creación de un fondo público para entregar un financiamiento permanente.
Según el informe financiero elaborado por la Dirección de Presupuestos (Dipres), bajo esta modalidad el Fisco desembolsará, anualmente, cerca de $1.531 millones, monto que será entregado en cuotas trimestrales.
Esa cifra se calcula en base a UF 0,01 ($246 al valor de hoy) por cada voto válidamente emitido en la última elección de diputados (excluyendo nulos y blancos). En los comicios pasados sufragaron correctamente alrededor de 6 millones 220 mil personas. Y sobre esa cantidad se establecieron los $ 1.531 millones, monto anual que podrá aumentar o disminuir luego de cada elección de diputados.
El aporte estatal permanente que se crea con la iniciativa del Ejecutivo será destinado exclusivamente a partidos políticos -incluyendo los con carácter nacional o regional- siempre y cuando tengan representación parlamentaria, es decir, al menos un diputado o un senador.
Siguiendo ese criterio, actualmente son 8 las colectividades constituidas que podrán recibir financiamiento público cada año. La Nueva Mayoría cuenta con seis partidos: PS, PPD, DC, PC, PRSD y el MAS; la Alianza tiene dos: UDI, RN. Sin embargo hay un partido en formación que podrían sumarse a este grupo como el Partido Liberal. Otros grupos como Amplitud, Evópoli, Izquierda Ciudadana, Revolución Democrática o Izquierda Autónoma aún no comienzan sus trámites de inscripción, pero en un futuro también podrían sumarse.
Del total del fondo público de $ 1.531 millones, un 30% se repartirá en forma pareja para cada uno de ellos, lo que equivaldría a unos $ 57 millones para los ocho partidos constituidos, por ahora. El 70% restante se distribuirá por rendimiento electoral de cada grupo en la elección. Según la cantidad de votos que obtengan, siguiendo con los cálculos preliminares de la Dipres, eso equivaldría a cerca de $172 por voto en la elección de diputados.
Actual sistema
El actual sistema político ya considera, además de los aportes de personas y de empresas -que se quieren eliminar-, un financiamiento estatal mediante dos modalidades: un anticipo y un reembolso por voto obtenido en cada elección.
La reforma de Bachelet pretende mantener ese sistema de anticipos y reembolsos por "rendimiento electoral".
Mediante el "reembolso" el Fisco paga a un partido político UF 0,015 ($369) por cada voto que obtuvieron los candidatos de esa colectividad. Además, se entrega otro monto a los candidatos. Sin embargo, la cifra se paga contra un gasto declarado, algo que debe ser demostrado ante el Servel.
Pero la ley permite que a través de un anticipo, que después se descuenta del reembolso, el partido reciba dinero fiscal antes de la campaña. La idea del gobierno es que ese anticipo aumente de UF 0,01 ($ 246) a UF 0,02 ($ 492) por voto obtenido en la anterior elección.