El grupo yihadista Estado Islámico (EI) expulsó a más de 30.000 civiles de un pueblo de la provincia de Deir Ezzor, en el este de Siria, indicaron este domingo una ONG y militantes rebeldes en el lugar.
El EI, acusado de cometer actos de barbarie, "obligó a unos 30.000 civiles a abandonar el pueblo de Shuheil", que estaba en manos del Frente Al Nosra, la rama siria de Al Qaeda, pero que el grupo yihadista retomó el pasado jueves, indicó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Por otra parte, el EI impidió a otras 30.000 personas que volvieran a Khacham y Tabia, dos pueblos de la misma provincia, conquistada a finales de junio por el grupo, indicó el OSDH.
Aunque EI y Al Nosra comparten la misma ideología yihadista, ambos grupos están enfrentados desde que Al Nosra se unió a una coalición de rebeldes armados que lucha contra el EI.
Los rebeldes de Shuheil indicaron en su página Facebook que los hombres del EI entraron en el pueblo con vehículos blindados y tanques y ordenaron a todos los residentes abandonarlo.
Mientras tanto, rebeldes del grupo terrorista Estado Islámico en Irak y Siria (ISIS) asaltaron una iglesia en la ciudad de Mosul, en el norte de Irak, y secuestraron a tres cristianos, entre ellos una monja, aseguraron hoy testigos.
Los combatientes del ISIS irrumpieron armados en la iglesia y llevaron a sus víctimas a un lugar desconocido, según los testigos.
La agencia de noticias Iraq Press dijo que el ataque iba dirigido contra una iglesia ortodoxa siria y que uno de los secuestrados es un religioso.
Miles de cristianos ya han huido de la violencia de los combatientes sunitas del ISIS en el norte y oeste de Irak. Medios iraquíes habían informado el sábado de que los rebeldes islamistas habían destruido varias mezquitas y sepulcros de chiitas y también de sunitas considerados renegados.