El Estado Islámico (EI) volvió a dar un golpe de efecto con el asesinato del periodista estadounidense Steven Sotloff y ratificó, por ahora, su presencia como el más peligroso grupo extremista islámico, superando incluso a Al Qaeda. La decapitación de Sotloff fue grabada en un video que fue dado a conocer ayer, en el que el EI advierte al Presidente Barack Obama que mientras Estados Unidos siga lanzando ataques aéreos contra el grupo, "nuestros cuchillos seguirán cortando los cuellos de su pueblo".
Las imágenes, calificadas por Estados Unidos como un repugnante acto de brutalidad, fueron difundidas dos semanas después de que se diera a conocer el video en el que se muestra el asesinato del periodista James Foley y días después de que la madre de Sotloff pidiera que le perdonaran la vida.
Sotloff, de 31 años, trabajaba en forma independiente para las revistas Time y Foreign Policy. Fue visto por última vez en Siria en agosto de 2013, hasta que apareció en otro video, difundido en agosto por Estado Islámico, que mostró la decapitación de Foley. En el video de ayer, Sotloff aparece vestido con un uniforme similar antes de ser decapitado por un miliciano del Estado Islámico.
El combatiente que parece decapitar a Sotloff es supuestamente el mismo que mató a Foley. "Estoy de vuelta, Obama. Estoy de vuelta a causa de su arrogante política exterior contra el Estado Islámico", dijo el miliciano. Al final del video, el combatiente amenaza con matar a un tercer cautivo, el británico David Cawthorne Haines, quien trabajaba para organización humanitaria que fue secuestrado en la provincia siria de Idlib en marzo de 2013.
Lo cierto es que el surgimiento y el avance del Estado Islámico ha modificado la política en Medio Oriente en un lapso relativamente breve. Sólo en unos pocos meses logró controlar una zona de Siria; tomó el control de la segunda ciudad de Irak, Mosul; provocó una crisis humanitaria, con la huida de numerosas poblaciones especialmente los yazidíes, y forzó a Estados Unidos a volver a operar militarmente en ese país árabe y a forjar una alianza tácita con los milicianos chiitas que responden a Irán.
Incluso, fue capaz de desobedecer, el año pasado, las órdenes del actual líder de Al Qaeda, el egipcio Ayman al Zawahiri, el sucesor de Osama bin Laden, cuando le exigió que dejara Siria, ya que el grupo que respondía a esa "franquicia terrorista" en ese país era el Frente al Nusra. Después de eso rompió con Al Zawahiri y su crecimiento no ha tenido freno.
Así el Estado Islámico, con su líder Abu Bakr al Baghdadi, proclamó un califato. Esa decisión alertó a los kurdos iraquíes y disparó los temores del posible desmembramiento de Irak. El EI es un grupo islamista sunita cuyos orígenes se remontan a la invasión de Irak por parte de EE.UU. y Reino Unido, en 2003. Uno de sus líderes, cuando era Al Qaeda en Irak, fue Abu Musab Al Zarkawi, muerto en un ataque estadounidense en 2006.
El descontento de los sunitas iraquíes con el gobierno controlado principalmente por los chiitas y sus triunfos militares, engrosó sus filas. Sin embargo, también han llegado combatientes desde Europa para sumarse al EI. De hecho, Scotland Yard tiene identificados a por lo menos 450 ciudadanos británicos, que salieron de los suburbios de la capital -el llamado "Londonistán"-, Birmingham y Manchester. Uno de ellos sería precisamente el hombre que asesinó a Foley y Sotloff por su marcado acento londinense.