El Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, determinó expulsar de su país a 35 miembros de la Inteligencia rusa en respuesta a los esfuerzos de Moscú de "perjudicar los intereses" de su país, por los ataques cibernéticos que le atribuye a ese país durante la última elección presidencial.
"Hoy ordené un número de acciones en respuesta al agresivo acoso del gobierno ruso hacia funcionarios de Estados Unidos y a las ciber operaciones contra las elecciones de Estados Unidos", señala el comunicado, en el que además se prometen nuevas acciones futuras.
Así, agregan que "estas acciones se deben a las repetidas advertencias públicas y privadas que hemos emitido al gobierno ruso". Además añaden que "son una respuesta necesaria y apropiada a los esfuerzos de perjudicar los intereses estadounidenses y por la violación de las normas internacionales de conducta establecidas".
Además, se le impusieron sanciones a los dos principales servicios de Inteligencia de Moscú.
"Todos los estadounidenses deberían estar alarmados por las acciones de Rusia", dice el comunicado.
El comunicado además indica que sus investigaciones apuntan a que el gobierno ruso estuvo detrás del ataque cibernético, robo de datos y divulgación de los mismos, lo cual trae consecuencias, sumado al hecho de que diplomáticos estadounidenses han "experimentado un nivel inaceptable de hostigamiento en Moscú por los servicios de seguridad y la policía rusa durante el último año".
Paralelamente se sancionaron los servicios secretos militares rusos (GRU) y el Servicio Federal de Seguridad (FSB); y se ordenó el cierre inmediato de dos centros de propiedad del gobierno ruso en Nueva York y Maryland.
En octubre pasado, la Dirección Nacional de Inteligencia de EEUU emitió un comunicado en el que daba a Rusia como el principal responsable del pirateo. Mientras que tras las elecciones se indicó que el hecho fue realizado con el objetivo de empujar el triunfo de Donald Trump.