El gobierno de Barack Obama está evaluando una serie de medidas para presionar al gobierno sirio de Bashar Assad para que deje la violencia y frene la represión de las fuerzas de seguridad que ha cobrado la vida de cientos de manifestantes en dicho país.
Las medidas podrían comprender un congelamiento de las propiedades de altos funcionarios del régimen, así como una prohibición de relaciones de negocios con EE.UU.
"La brutal violencia implementada por el gobierno de Siria contra su pueblo es absolutamente deplorable", dijo el vocero de la Casa Blanca Tommy Vietor.
"Estados Unidos está evaluando una gama de posibles opciones, incluyendo sanciones dirigidas, para responder a esta situación y subrayar que esta conducta no es aceptable", agregó Vietor.