La flota entera de los Boeing 787 será totalmente revisada por presuntos problemas en los tanques de combustible. Fue la propia compañía la que lo comunicó mientras que ayer, uno de sus aviones Dreamliners fue obligado a realizar un aterrizaje de emergencia en Nueva Orleans, por un problema mecánico mientras se hallaba en vuelo de Houston a Newark.
Las dos disfunciones mecánicas, no necesariamente anómalas, constituyeron otro obstáculo para la Boeing, con la empresa que está ahora trabajando para superar la percepción negativa de problemas productivos a causa del retraso de tres años y medio en la entrega de los 787.
La compañía comunicó que la Federal Aviation Administration, el organismo estadounidense de control de los vuelos, pidió la inspección de todos los 787 en servicio para asegurarse que los conectores de las líneas de los tanques están instaladas correctamente para evitar posibles pérdidas de combustible, disminución en la potencia de los motores y hasta incendios.
Boeing recomendó a las compañías que utilizan los 787 de inspeccionar los aparatos el mes pasado. La mitad de los 33 aviones en servicio fueron ya revisados.