La Casa Blanca rechazó hoy la propuesta de Corea del Norte de concluir un tratado de paz que sustituya al armisticio de la Guerra de Corea (1950-1953), antes de haber superado la controversia sobre el programa nuclear de Pyongyang.
"Los norcoreanos saben muy bien que deben volver a las negociaciones de los seis (...) y abandonar la idea de una potencia nuclear en la península" dijo el portavoz, Robert Gibbs.
"Si quieren atenerse a ciertas obligaciones, podrán hacer progresos en las negociaciones pero aún hay que dar el primer paso", agregó Gibbs.
Pyongyang propuso hoy a Estados Unidos la rápida firma de un tratado de paz y exigió a la vez la eliminación de las sanciones impuestas a Pyongyang por Naciones Unidas como condición para que puedan reanudarse las conversaciones a seis bandas sobre su programa militar nuclear.
"El cierre del tratado de paz ayudará a acabar con las relaciones hostiles" entre Corea del Norte y Estados Unidos e "impulsará de forma positiva la desnuclearización de la península coreana a gran velocidad", señaló el régimen de Pyongyang en un comunicado difundido por los medios estatales norcoreanos.
Las negociaciones de paz, apuntó también Corea del Norte, podrían tener lugar en el marco de las conversaciones a seis bandas o también fuera de ellas.
Para alcanzar una relación de confianza entre Corea del Norte y Estados Unidos, "es esencial cerrar un tratado de paz para terminar con el estado de guerra, una de las causas fundamentales de las relaciones hostiles", agregó Pyongyang.
Corea del Norte pide desde hace tiempo un tratado de paz que ponga fin de forma oficial a la guerra de Corea, que tuvo lugar entre 1950 y 1953, pero que nunca fue dada por terminada formalmente. La península coreana se encuentra por ello oficialmente aún en guerra, según el derecho internacional, ya que sólo se acordó un alto el fuego.
En las últimas semanas, Corea del Norte ha manifestado varias veces su disposición a retornar a las conversaciones a seis bandas, suspendidas desde finales de 2008, sobre el desmantelamiento de su programa para la fabricación de armas nucleares.
En esas conversaciones, que comenzaron en 2003, participan Estados Unidos, Rusia, China, Japón y las dos Coreas. El grupo había acordado ya en 2005 negociar en un marco aparte sobre un sistema de paz duradera para la península coreana.
DERECHOS HUMANOS
Sin embargo, el enviado especial de Estados Unidos para los Derechos Humanos en Corea del Norte, Robert King, condenó hoy los abusos de los derechos humanos del país comunista y aseguró que estos asuntos deben tratarse en el diálogo nuclear, informó la agencia surcoreana Yonhap.
"Corea del Norte es uno de los peores lugares del mundo en cuanto a la falta de respeto a los derechos humanos", resaltó King, que calificó de "atroz" la situación en el país comunista tras reunirse con el ministro de Exteriores surcoreano, Yu Myunghwan, en Seúl.
King dijo que esa situación está impidiendo la normalización de los lazos entre Pyongyang y Washington, que nunca han tenido relaciones diplomáticas y están en un callejón sin salida a causa del programa nuclear norcoreano.
"La mejoría de relaciones entre Estados Unidos y Corea del Norte requerirá de más respeto a los derechos humanos por parte de Corea del Norte", dijo.
King, que realiza en su primer viaje oficial al exterior, llamó a Corea del Norte a dejar en libertad al ciudadano estadounidense que tiene detenido, pero reconoció que Washington tenía escasa información sobre las condiciones en que está el individuo.
"Estamos trabajando activamente para determinar dónde está y conseguir su libertad", dijo King. "Hemos solicitado que nuestra representación de intereses en Pyongyang determine su condición y no hemos escuchado aún cuál es".