Se trata de un único fenómeno natural que se produce cada 17 años en esta región, cuando las ninfas -nombre que reciben los cigarras en su estado juvenil-, que han permanecido bajo tierra durante casi dos décadas, salen a la superficie para aparearse, ovar y morir.

"No podemos encontrar en el reino animal ningún otro ejemplo de insecto con hábitos similares a estas cigarras", explicó a Efe el investigador del departamento de entomología de la Institución Smithsonian Gary Hevel. 

"Hay varios tipos de cigarras alrededor del mundo, pero éstas, con un proceso de desarrollo ninfal de 17 años, son únicas y endémicas de la costa este de EE.UU.", indicó Hevel, quien explicó que miles de millones de cigarras cubrirán el espacio comprendido entre el norte de Georgia y los estados de Nueva York y Connecticut, es decir, unos 1.200 kilómetros.

"No muerden ni pican, así que no suponen un peligro para los humanos y apenas dañan las cosechas. Además, son muy buenas para varios tipos de animales como pájaros, pequeños mamíferos y reptiles, que se las comen", dijo Hevel.

Antes de morir, las hembras pondrán entre 400 y 600 huevos, de los que nacerán nuevas ninfas que cavarán túneles en el suelo de hasta medio metro y permanecerán, como hicieran sus padres, 17 años más bajo tierra, es decir, hasta 2030.