¿Estamos a las puertas de una nueva pandemia?
Las noticias surgidas en Africa y la reacción de la OMS, que decretó emergencia internacional ante el brote de ébola, parecen apuntar en esa dirección, pero expertos explican que las particulares condiciones del virus lo hace muy improbable
Con casi mil personas fallecidas y otras dos mil contagiadas en menos de seis meses, sin cura ni vacuna efectiva ni tampoco aprobada por las autoridades, y con la Organización Mundial de la Salud (OMS) decretando una "emergencia internacional", pareciera que el actual brote del virus ébola podría transformarse en una nueva pandemia.
En la memoria colectiva aún está latente los últimos casos de la gripe aviar, porcina y Sars que mantuvieron en alerta a gran parte del mundo, Chile incluido. Sin embargo, si en algo coinciden los expertos, junto con decir que esta es el peor de los brotes de ébola en toda la historia, también señalan que es poco probable que el virus se propague a otros continentes con los mismos resultados de muerte y contagio que en Africa.
¿La razón? El principal argumento es que este virus no se transmite por vía aérea ni queda suspendido en el aire para que otra persona lo respire, sino que se necesita de un contacto directo entre los fluidos del enfermo (sudor, lágrimas, vómito, sangre o diarrea) y las mucosas del individuo sano (ojos, boca, genitales, heridas).
El propio descubridor del virus, Peter Piot, hoy director de la Facultad de Higiene y Medicina Tropical de Londres, dijo a BBC que el brote africano no será global, precisamente porque para el contagio se requiere un "contacto muy cercano", aunque de todas formas dijo sentirse preocupado por la actual situación. "Cuando trabajé en 1976 en el primer brote conocido del ébola, nunca me imaginé que llegaría a involucrar a cuatros países y que sería tan difícil de detener".
Para Jean-Claude Manuguerra, virólogo del Laboratorio de Respuesta Rápida a Amenazas Biológicas del Instituto Pasteur (Francia), la posibilidad de propagación en países occidentales es improbable.
NO ES AEREO
Susan Bueno, profesora de la Facultad de Ciencias Biológicas de la UC e investigadora del Instituto Milenio en Inmunología e Inmunoterapia (IMII), coincide con los expertos internacionales en la baja probabilidad de una pandemia, por las características de la infección que causa el ébola. "En el caso de la influenza porcina (H1N1,) en pocas semanas se transmitió el virus a muchos continentes, porque el contagio es respiratorio y eso hace que rápidamente se contagie entre las personas", señala.
Además, hay enfermedades que se pueden transmitir cuando todavía el virus está en período de incubación y el individuo enfermo ni siquiera presentara síntomas, pero no es el caso del ébola. "Para esta enfermedad el período de incubación es de dos a 21 días, pero es sólo cuando el paciente presenta síntomas que el virus está activo, replicándose en el cuerpo y puede contagiar a otras personas".
Olivia Horna, académica del programa de Epidemiología de la Escuela de Salud Pública de la U. de Chile, explica que en un mundo tan globalizado y con la rapidez y facilidad con que se mueve la gente de un país a otro, es posible que se registren casos fuera de Africa, pero con mejores condiciones de salud y acceso rápido a tratamiento, las consecuencias no serán las mismas. Si el virus llega a Chile, a Europa o a EE.UU., las condiciones de salud y el control que se puede hacer de las personas que han estado en contacto con el contagiado son distintas, por lo que es difícil que ocurra una pandemia.
Bueno agrega que la estructura del virus es más frágil que otros virus que pueden permanecer varios días en el ambiente y tiende a morir en un par de días. También son más sensibles a la degradación con cloro y detergentes y se inactivan al entrar en contacto con ellos. "En cuanto a posibilidades reales de contagio, el ébola es menos peligroso que el Sars o la gripe H1N1, pero tiene una mayor mortalidad", dice Bueno.
DIFICIL CURA
El acceso a tratamientos específicos para esta enfermedad ha despertado una gran discusión. Aunque no existe nada que cure el ébola y que esté aprobado por la autoridad sanitaria, sí existen algunos medicamentos experimentales que fueron ya probados en dos voluntarios estadounidenses que fueron repatriados desde Liberia y que hoy tienen una franca mejoría.
El representante de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en Chile, Roberto del Aguila, explica que al no contar con estudios clínicos, los fármacos experimentales pueden tener efectos secundarios que no son conocidos. Por la peligrosidad del virus, no todos los laboratorios de investigación pueden buscar una cura o vacuna. Eso explica que no sean muchos los científicos en el mundo que puedan tener algún tipo de respuesta frente a la actual situación.
Para trabajar con ébola, se requiere de un laboratorio con nivel de bioseguridad 4 y solo algunos países desarrollados como Alemania, EE.UU., Francia, Japón, Reino Unido, entre otros cuentan con este tipo de infraestructura.
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