Minuto 81: Hugo Tocalli se mueve de un lado a otro en la banca de Colo-Colo tratando de encontrar la respuesta para levantar el empate 1-1 frente a La Serena de Castañeda. Macnelly Torres recibe el balón, levanta la cabeza y ve a Esteban Paredes bordeando el área. El 10 mete el pase y "Visogol", como era conocido en ese entonces, remata frente al meta Gastón Losa para decretar lo que sería su primer gol y el primer triunfo albo en el clausura 2009.
Así comenzaba a escribir su historia el goleador albo, que siete años más tarde y tras marcar los tres goles con que Colo-Colo rescató un empate frente a San Luis de Quillota, se convirtió en el tercer artillero histórico de la institución. Una en la que se ha hecho cargo de grandes responsabilidades.
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Cuando fue transferido desde Santiago Morning (club donde logró ser el goleador del Apertura 2009 con 17 tantos) por 500.000 USD a Colo-Colo, se hablaba de la posible transferencia al Borussia Dortmund de quien era el delantero estrella del cacique en ese entonces: Lucas Barrios. La mochila no era liviana, pero Paredes la supo llevar sobre sus hombros y en tres partidos ya había anotado cuatro goles.
Esteban poco a poco se fue ganando el cariño de la hinchada, pero no fue hasta el clásico frente a la U que la relación entre ambas partes se consolidó. Minuto 56 y tras un tiro libre que no alcanza a conectar Ezequiel Miralles, Miguel Pinto sale de mala manera y no tiene más que ir a buscar el balón al fondo del arco. Colo-Colo estaba en la pelea por el título y el "7" los tenía cada vez más cerca de la estrella 29.
Final de vuelta frente a la UC en el estadio Santa Laura. En la ida y de local, los equipos empataron 2-2 y la tarea no era fácil. Más aún cuando a segundos de empezar el partido, Valenzuela sorprende y anota el 1-0. Paredes, quien había revivido con la prensa hace unos días los momentos en que estuvo en la garra blanca, sacó todo ese amor a la camiseta y se destapó: tomó el balón en la mitad de la cancha, quebró la cintura, avanzó al área y anotó el 2-1. En el segundo tiempo y con el marcador 2-2, Paredes saltó en el área de Paulo Garcés para conectar de cabeza el 3-2 que derrumbó a la UC y abrió el camino a la obtención del título.
De ahí en más, Esteban Paredes entraría de lleno en la historia de Colo-Colo, con participaciones en el plano internacional que, pese a no lograr avanzar de rondas, sí han destacado en lo personal y que este año lo llevaron a convertirse en el segundo goleador histórico nacional en Copa Libertadores con 18 tantos, a dos de Francisco "Chamaco" Valdés. Así como también ser el goleador del Clausura 2011 y obtener el llamado a la selección chilena.
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Una de las características que siempre han valorado los hinchas es la mente fría con que Paredes enfrenta cada clásico. Más aún si tiene en frente a Johnny Herrera, quien se ha declarado "más anticolocolino que hincha de la U", razón por la que ambas barras esperan con ansias cada duelo entre el 7 albo y el 25 azul.
Paredes, con ese olfato goleador que lo ha llevado donde está, le ha anotado en 7 ocasiones con la camiseta de Colo-Colo a Herrera. Y como reza el dicho, "goles son amores". Aunque, sin duda, uno de los más recordados fue en 2012, jugando su último partido con los albos y sin público en el Monumental. Paredes sacó un remate a la esquina izquierda del arco que Herrera no pudo contener. Minuto más tarde, el delantero se iría expulsado y dejando una de las imágenes más recordadas con el escudo del cacique.
Así se ponía fin a la primera vez de Paredes con Colo-Colo, para emprender el rumbo con destino al Atlante de México. Una pausa de dos años sin vestir la camiseta del Cacique, para que en 2014 volviera a hacer más larga su historia en las canchas nacionales.
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Tras un mal torneo a cargo de Gustavo Benítez, Héctor Tapia se hace cargo del plantel albo. Venía trabajando hace tiempo y conocía a los jugadores, pero sentía la necesidad de un delantero. Tras semanas de negociaciones, se anunciaba lo esperado por los hinchas: Esteban Paredes volvía a Pedrero después de su paso por el Querétaro.
Más allá de su presentación, lo que impactó a todos fue su nuevo número de camiseta: el 30. "La elegí porque este año sí o sí vamos a levantar la 30, de eso estoy seguro" comentaba el delantero, que no falló en su presagio y después de 5 años, anotando en 16 ocasiones y siendo el goleador del Clausura 2014, le entregó la esquiva estrella a Colo-Colo. Al siguiente torneo, repetiría el premio como mejor artillero y se convertiría en el segundo tetragoleador en la historia del torneo chileno junto a Eladio Zárate, quien lo hizo en la década del '60. Pero le quedaba pólvora para rato.
Un año después, pero con José Luis Sierra en la banca, Paredes repetiría la gracia y sumaría otro título más: el Apertura 2015 y estrella 31 de Colo-Colo. El último hasta ahora para los albos. No obstante, el 7 no se cansaría y al torneo siguiente logró lo que nadie había hecho: ser por quinta vez goleador del torneo.
De una u otra forma, Esteban Paredes se las ingenia para alegrar a los hinchas del cacique.
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"Esteban, el de los goles" le dice cada fin de semana un reconocido relator de radio. Y es que no hay nadie que discuta esa descripción. Este domingo, el eterno goleador sacó todo su arsenal y convirtió tres frente a San Luis, después de ir abajo en el marcador por 0-3, y superando la marca de 134 anotaciones de Alfonso Domínguez entre 1939 y 1948. Antes de lograrlo, ganó tres títulos, se convirtió en el único pentagoleador del campeonato nacional (cuatro vistiendo la camiseta de Colo-Colo) y es quien más le ha anotado a uno de los emblemas del archirrival. Sus 136 goles no hacen otra cosa más que reforzar su relación con los hinchas y con esa camiseta. Una que siempre ha buscado defender. Una con la que renovó por un año más.
Una camiseta que no se cansa de besar.