Esteban Paredes esboza una sonrisa y levanta el pulgar en señal de aprobación. Sonríe y posa para los reporteros gráficos y los celulares de las decenas de curiosos que, pasadas las 17 horas de ayer, se reúnen en torno al stand de Adidas de la Expo Running en la Estación Mapocho. El jugador sabe que, pese a que todos quieren un recuerdo con él, ese no debiese ser lugar. A la misma hora, sus compañeros de equipo están en un hotel capitalino, concentrados y con la mente puesta en el Superclásico de hoy.
"La verdad es muy raro perderme el clásico y verlo desde afuera. No voy a estar en un partido demasiado importante y, de seguro, voy a estar más nervioso que de costumbre. No me queda otra que darle todo el apoyo a mis compañeros", dice a La Tercera, en medio de la batahola por su salida del recinto.
La efervescencia y motivación de los hinchas dice que el nuevo título está asegurado. Ayer llegaron más de ocho mil personas al Monumental. ¿Se hacen parte de ese entusiasmo?
Fue espectacular la forma en que los hinchas llegaron hoy (ayer) al entrenamiento. Está claro y quedó demostrado que Colo Colo es la mitad más uno de Chile. Eso nos motiva mucho más para la definición del torneo y para seguir luchando por el objetivo que tenemos. Mis compañeros tendrán una tremenda responsabilidad: salir a romperla para devolverle la mano a la gente que fue hoy (ayer), pero sobre todo, a todo el pueblo colocolino.
¿Cuál es el mensaje al equipo... Hay una receta para vencer a la "U"?
Es un clásico y no hay mucho que decir. La motivación, por sí sola, tiene que ser suficiente para hacer las cosas bien y quedarnos con un buen resultado ante el archirrival. Es el mejor escenario. En un partido de esta naturaleza sólo hay que enfocarse en dejarlo todo dentro de la cancha. No hay mayores recetas o secretos. Ojalá que sea un buen partido, un bonito espectáculo, que la gente se porte bien y que todo salga bien para nosotros.
¿Se habló de ponerle especial atención a los partidos de O'Higgins y Universidad Católica ayer?
La verdad es que no nos interesa, porque la convicción principal que tenemos como plantel es que dependemos de nosotros mismos para quedarnos con el campeonato. De la misma forma en que hemos actuado durante todo el torneo, no estamos mirando para el lado, ni sacando cuentas con los resultados de los demás equipos. Sólo estamos enfocados en nosotros, en hacerlo bien y, fundamentalmente, en ganar este partido para estar más cerca del objetivo principal y bajar la treinta.
La semana pasada cayeron por primera vez en el torneo ante Universidad de Concepción. ¿Fue accidental la derrota o la ansiedad por obtener luego el campeonato les terminó pasando la cuenta?
En estas instancias, donde se juegan tantas cosas, la ansiedad es algo que va a estar siempre. Es parte del proceso de definición. Es cierto que tenemos una buena ventaja, con apenas cuatro partidos por delante, pero aún no hemos conseguido nada. Es normal, como te digo, ponerse un poco nervioso. Sin embargo, es precisamente en estos momentos cuando hay que tener la tranquilidad y la calma necesarias para afrontar, primero, el importante partido que tenemos mañana (hoy)... Después podremos pensar en lo que viene.
Es un tema de ansiedad, entonces.
La ansiedad podría explicar la derrota, aunque algunos de mis compañeros dijeron que el mal estado de la cancha habría influido. Lo cierto es que fue un partido muy extraño, donde influyó mucho el arbitraje también. Pese a eso, por la importancia de lo que nos estamos jugando, no podemos tener excusas. Nos vimos sorprendidos ante un rival que se metió atrás y jugó de contragolpe. Hizo su juego y lo hizo bien. De todas formas, ya dimos vuelta la página y, me parece, que si no perdemos contra Universidad de Chile, la nueva estrella va a estar cada vez más cerca. Va a ser cada vez más real.
Usted decía que es extraño perderse el partido contra la "U"...
Es más que eso. No sé cómo decirlo... Realmente me duele no jugar... Nadie sabe cómo duele perderme el partido. Es una situación muy lamentable, pero ya no hay nada que pueda hacer. Sólo me queda confiar en mis compañeros, que van a entregarse por enteros y a ponerlo todo para sacar un buen resultado. Estoy seguro de que va a ser así.