Lo reconozco, años sin subir y muchos más sin esquiar. Pero la invitación era tentadora hasta para el menos experto. Dos días en Valle Nevado para conocer la remodelación del Hotel Puerta del Sol. No lo pensé dos veces. De antiparra y gorro me subí al auto con un entusiasmo y la mente puesta en no marearme... se puede decir que lo logré, aunque una curva más y no sé si diría lo mismo.
Al abrir las puertas del hotel se materializó nuestro objetivo: conocer los cambios que se le hicieron a este lugar acogedor, que recibe todos los años a los amantes de la nieve.
Una etapa cumplida dentro de un gran proyecto que posicionará a Valle Nevado como todo un pueblo de montaña. "Estamos en la ejecución de un máster plan de desarrollo que contempla la construcción de un edificio por año por los próximos 15. En paralelo, este plan considera inversiones en el dominio esquiable de la montaña que complementen este crecimiento inmobiliario. También está el negocio hotelero, donde teníamos una deuda con los huéspedes, ya que a los hoteles no se les había hecho nada desde hace 20 años", nos cuenta Ricardo Margulis, gerente general de Valle Nevado.
Para remodelar el Hotel Puerta del Sol se llamó al decorador Eduardo Maffei y su equipo de El Pórtico-Maffei diseño, quienes se asociaron con All Interior, donde, junto con Ana María Undurraga y su grupo, diseñaron, ejecutaron e instalaron todos los elementos y muebles de este proyecto.
Los requerimientos a los que tuvieron que responder los especialistas eran claros, "debíamos mejorar la funcionalidad e interiorismo de las áreas de descanso y entretención del hotel. Se debían ampliar las zonas de recepción, insuficientes para atender al público, y actualizar los dormitorios. Como único tema puntual de inspiración se nos pidió hacer una reseña histórica/pictórica sobre la famosa momia del cerro El Plomo, cuyo descubrimiento fue hecho en terrenos que pertenecen al hotel", afirma Maffei.
Una propuesta sólida y especialmente cálida, que más allá de saber que estaba en el mejor escenario de todos –la majestuosa cordillera–, tenía en contra el poco tiempo para ejecutar los trabajos antes de que empezara la temporada de ski. Pero se logró y sí se siente el calor tejido en cada sector, "nos inspiramos en materiales como la piedra, la madera y el cuero, por su calidez, para dar una sensación de ambiente de refugio invernal más que de hotel. Además, nos preocupamos de que la iluminación fuera dramática en torno a los objetos y acogedora en los ambientes comunes para así promover el uso de éstos", recalca Maffei.
Un hotel exquisito, con una oferta gastronómica para regodearse. Para qué decir la experiencia sobre los ski, dan ganas de repetirlo mil veces.