Hace algunos días, la naviera taiwanesa CSC Jinling había anunciado la petición del magnate australiano Clive Palmer para construir una réplica del legendario Titanic, hundido hace más de 100 años. Ahora, en una conferencia de prensa, el ideólogo del proyecto entregó detalles sobre cómo será la experiencia de viajar en el llamado "Titanic II", que tendrá su viaje inaugural en 2016.

En la ocasión, el barco iniciará su viaje en Southampton, Inglaterra, para llegar a Nueva York, con 2.600 pasajeros alojados en 850 camarotes y atendidos por cerca de 900 tripulantes. La construcción del barco, de 833 metros de largo (3 pulgadas más que el original) será idéntico al célebre navío, salvo algunas comodidades inexistentes en la época, como aire acondicionado e Internet en ciertos sectores, aunque no se incluirán televisores.

Entre otras características, el barco tendrá 18 botes salvavidas (suficientes para todos), un gimnasio, pista cancha de squach, piscinas, y un baño turco. Aún se desconoce el precio del pasaje, pero ya se sabe de ofrecimientos de hasta 1 millón de dólares por viajar en la embarcación.

La idea (surgida en abril de 2012) de reconstruir el barco es llevar a los pasajeros a vivir la misma experiencia original y honrar la memoria de los fallecidos. Para ello, se les entregará a cada pasajero un traje de 1920, que deberá ser cambiado si se quiere viajar en primera, segunda o tercera clase, debido a que no podrán circular libremente por las instalaciones.

Según Palmer, la construcción es fiel a la nave original y ante cualquier situación la compañía ya tiene considerados varios escenarios de peligro. Aún así, afirmó que "será el crucero más seguro del mundo".