Pedir perdón por el actuar antes y después del Golpe de Estado de 1973 ha sido una de las formas que han tenido diversas personas y organizaciones de reconocer sus responsabilidades por lo sucedido, acciones que no han sido indiferentes en el contexto de una elección presidencial y parlamentaria, y cuando se cumplen 40 años del 11 de septiembre que dio inicio a la dictadura.
Tres expertos consultados por La Tercera atribuyeron estos gestos, que han sido transversales, desde el Presidente Sebastián Piñera hasta el senador socialista Camilo Escalona, como parte de una estrategia electoral y además como hechos producto de un cambio generacional.
Eugenio Guzmán, decano de la Facultad de Gobierno de la Universidad el Desarrollo señaló al respecto que "a los 30 años no había una campaña electoral, pero hoy si la hay, una campaña electoral muy especial porque Bachelet tiene que llegar en forma muy potente a los sectores más a la izquierda, tiene que darles una señal para mantener a esos sectores, por lo que tengo la impresión que sucede porque es una fecha emblemática en medio de una campaña electoral".
En cuanto a la negativa de Evelyn Matthei de realizar un acto similar al del senador Hernán Larraín, tanto Robert Funk, del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile como Fernando García-Naddaf, de la Universidad Diego Portales, coinciden en que es una estrategia centrada en mantener los votos de la derecha más conservadora.
"Su negativa a pedir perdón tiene que ver con algo electoral, le complicaría mucho la mantención de apoyo de sus bases, no le conviene y se esconde detrás de la cosa generacional, y eso no tiene nada que ver", señaló Funk.
Mientras, García-Naddaf indicó que Matthei "tiene que cuidar su electorado, está actuando de una manera mucho más instrumental de lo que está exigiendo la opinión pública".
CAMBIO GENERACIONAL
Robert Funk, atribuye además estos gestos a un cambio generacional. "Lo que se está viendo en la política es que las exigencias salen de otra generación, el perdón es casi como de una generación a otra, es decir "nosotros dejamos la escoba", y ahora recién las demandas de una nueva generación apuntan a una normalización de la política, creo que los perdones tienen que ver con eso".
Las exigencias salen de otra generación, el perdón es casi como de una generación a otra"
De una forma similar opina Fernando García-Naddaf, de la Universidad Diego Portales, quien explica los perdones por el crecimiento de una generación que ahora puede tomar decisiones. "Creo que la fecha coincide con el tema electoral, pero coincide, yo creo que es un tema generacional, hay un recambio generacional, los que el año 88 tenían 18 años ahora tienen 40, y si bien tiene que ver algo con el momento electoral, calza con un recambio generacional, con una madurez de los procesos que ha encabezado la Concertación y el gobierno de Piñera".
BANALIZACION Y VERDAD
Según Eugenio Guzmán que tantos sectores aparezcan pidiendo perdón en un año electoral puede generar una banalización del tema. "Al transformarse en una herramienta política (el perdón), se banaliza y pierde el sentido del perdón", indicó.
En tanto, Fernando García Naddaf agregó que más que banalización del perdón, lo que importa es conocer la verdad de lo sucedido tras el Golpe de Estado. "Lo que falta más que el perdón es la verdad, porque por más que se acepte el perdón hay mucha gente que sigue en el dolor, más que con quien lo infringió, por saber dónde están los cadáveres", señaló.
Al transformarse en una herramienta política, se banaliza y pierde el sentido del perdón"
Finalmente, Robert Funk puntualizó que "hay una generación que lo vivió (el régimen militar) muy afectada, que le ha costado mucho, hay recuerdos muy fuertes por ambos lados, es muy posible que tengamos que esperar que esa generación ya no esté para superarlo, pero no es justo decir que no hemos hablado del tema durante 40 años, ha habido un proceso en etapas y ésta (los 40 años) es una oportunidad más para eso".