En este último periodo del año muchos escolares deben trabajar más duro para subir las notas de algunos ramos y evitar, a fin de año, repetir de curso. Es el momento preciso para intentar mejorar su situación y eviten la repitencia.

Según Lisandro Castillo, director de la carrera de Educación Básica Vespertina de la Universidad Andrés Bello, "repetir de curso a veces puede resultar necesario, pero, en la mayoría de los casos, es una situación que perfectamente se puede prever y evitar, en beneficio de la autoestima del alumno que la vive".

Agrega que en este periodo, la escuela, puede desarrollar un plan pedagógico estratégico con sus equipos técnicos y docentes. Este plan debe considerar criterios básicos diagnosticados con la debida prontitud y claridad, que incluya, por ejemplo, resultados de notas en los diversos subsectores de aprendizaje, índices de asistencia y puntualidad, conductas, dificultades pedagógicas, dificultades de aprendizaje, observaciones que registra el alumno relacionadas con su aprendizaje y un seguimiento de los objetivos de aprendizaje del curso respectivo, entre otros aspectos.

El académico explica que, una vez realizada la evaluación, cuando ya se sabe que algunos niños están en peligro de repetir, el colegio tiene la oportunidad de desarrollar un plan de trabajo que contemple: seguimiento pedagógico, adaptación de evaluaciones, formación de hábitos de estudios y un compromiso de nota mínima promedio. También sería ideal que los niños en esta situación cuenten con un profesor o tutor que lo guíe y supervise, con refuerzo pedagógico; según requiera la realidad cada uno de los pequeños.

APOYO FAMILIAR
Si bien los niños pueden hacer un gran avance en la escuela, para que este sea exitoso, también es necesario el apoyo familiar.

Castillo señala que, desde la perspectiva de los padres, es importante que conozcan y asuman la realidad educativa de su hijo, para que puedan apoyar y aportar el plan diseñado en la escuela.

También es recomendable –agrega- ejercer una debida autoridad y modelo frente al niño, ser parte del problema y de la solución, estableciendo un contacto permanente con la profesora jefe para hacer el seguimiento pedagógico, apoyar la formación de hábitos de estudio en el hogar y si es necesario, contar con la ayuda de un especialista.

El docente opina que en todo el proceso es imprescindible, también, contar con el compromiso de los menores, para lo cual es importante que los padres demuestren interés por la situación de sus hijos, estimulando su esfuerzo y superación, y entregándoles cariño real.

Es recomendable, además, que los alumnos puedan participar de las reuniones donde se analiza y definen las estrategias -aunque sean del primer ciclo básico, ellos ya comprenden y si no, aprenden-.

"Los alumnos pueden firmar un compromiso de cumplimiento de las actividades que deben realizar, presentar también una propuesta de solución frente a su probable repitencia; llevar un control de resultados académicos por mes y establecer un compromiso de nota mínima", concluye.