Fue la película más exitosa en términos comerciales de Stanley Kubrick y también la que se prestó para mayores mitos urbanos. Que fuera una adaptación de una novela de Stephen King ya pavimentaba la cancha para que todo pudiera pasar con El resplandor.
Todo comenzó incluso antes de que se exhibiera en EE.UU.: meses antes de su estreno en el país del norte, Stanley Kubrick le confesaba al escritor español Vicente Molina Foix que admiraba la capacidad de King para construir tramas, pero que echaba de menos más cuidado y pulcritud en su estilo narrativo. Tras el estreno del filme, King, como una suerte de represalia, expresó su insatisfacción con la adaptación, argumentando que el realizador se había tomado demasiadas licencias al llevar la novela a la pantalla grande.
Sin embargo, más allá de estas diferencias iniciales, El resplandor se fue transformando con el tiempo en un filme de culto, objeto de teorías varias. Esta fascinación es la que tomó el realizador Rodney Ascher para construir su documental Room 237: la cinta explora los múltiples significados que se le atribuyen a este clásico del horror psicológico.
Exhibido el 2012 en Sundance, Cannes y Toronto, el 29 de marzo llega a cines estadounidenses, a meses que se publique la secuela del libro de King, Doctor Sleep, y en paralelo a una retrospectiva que el Museo de Los Angeles exhibe sobre el autor de La naranja mecánica (ver recuadro). "Cuando mi amigo y productor del filme, Tim Kirk, me enseñó una alucinante teoría sobre el significado de El resplandor, inmediatamente pensé que podría ser la base de una película. Sabía que había otras interpretaciones esparcidas por ahí, así que la idea de hacer un documental evolucionó rápidamente", explicó su director a La Tercera.
El trabajo de Ascher ha tenido en general muy buenas críticas. Desde The Hollywood Reporter se dice: "La fiebre, obsesión intelectual y atención al más mínimo detalle por el que Stanley Kubrick fue conocido es igualada por algunos acólitos devotos en Room 237. Es un análisis fanático, a veces hilarante, de significados ocultos que se encuentran en la polémica película El resplandor".
Dividido en nueve segmentos, cada uno intenta descifrar aparentes significados ocultos de la película de Kubrick. La cinta no toma totalmente en serio lo que dicen sus entrevistados, sino que da cuenta del grado de fervor que genera El resplandor entre ellos. Por ejemplo, el periodista Bill Blakemore -uno de los entrevistados en el documental- sugiere que la obra de Kubrick es una metáfora de la opresión que ejercen los blancos en la población nativa de América. De ahí provendría el torrente de sangre expelido por los ascensores del hotel Overlook, construido, según se menciona en el filme, sobre las ruinas de un cementerio indígena. Esa es una de las escenas clave de esta cinta acerca del bloqueo creativo del escritor Jack Torrance.