Ivan Locke sube a su BMW tras otra jornada de trabajo en la construcción. Parece llevar una vida cómoda y sin inconvenientes. Tiene dos hijos, un matrimonio feliz, además de un buen puesto de trabajo. Sin embargo, aquella noche todo lo que ha conseguido quedará en entredicho. Cruzando la ciudad arriba de su lujoso auto, una serie de llamadas telefónicas develarán sus problemas y angustias. Esa noche el exitoso jefe de construcción llamará a casa para anunciar que no llegará a ver el partido de fútbol con su familia como lo había prometido, tampoco al otro día se aparecerá en su trabajo. De un momento a otro, su tranquila vida está al borde del colapso.

Convencido de querer hacer lo correcto, se dirige al nacimiento de un hijo, producto de una infidelidad. Pese a los problemas, Locke no quiere repetir los errores que cometió su padre. Quiere darle su apellido a ese niño cueste lo que cueste. Pero los fantasmas del pasado no dejarán de acecharlo durante el camino.

Como si los problemas no fueran suficientes, también deberá enfrentarse a un importante desafío laboral. Arriba del auto y sólo con su teléfono, tendrá que coordinar la entrega de varias toneladas de concreto para la construcción que está a su cargo. "Si cometes un error, un maldito error, se te derrumba el mundo entero", le advierte Ivan Locke a un buen amigo que le ayudará a cumplir la difícil tarea.

Dirigida por el británico Steven Knight y protagonizada por Tom Hardy, la cinta es un entretenido e hipnótico thriller, que durante 85 minutos tiene como único escenario el BMW del protagonista. Aplaudida por la crítica internacional, la película se podrá ver hoy, a las 21.30 horas, en el marco del Festival de Cine Las Condes, en el rosedal del Parque Araucano, certamen que es organizado por Fundación CorpArtes, la Municipalidad de Las Condes y La Tercera, y producido por la Corporación Cultural Las Condes.

Una tragedia cotidiana

Guionista de larga trayectoria televisiva, el realizador Steven Knight es conocido por los guiones que escribió para las películas Promesas del Este (2007), de David Cronenberg y Negocios entrañables (2002), de Stephen Frears, dos trabajos que en su momento le valieron comentarios muy entusiastas por parte de la crítica especializada, quienes observaron en aquellas historias una interesante y bien lograda disección al mundo del crimen organizado.

Por el contrario, su carrera como director tuvo un comienzo accidentado. Redención (2013), su primera incursión tras las cámaras, no fue bien acogida. La película, protagonizada por Jason Statham, se volvía a internar en el mundo del hampa, a través de un veterano de guerra refugiado en el submundo del crimen londinense. Aunque fallida, aquella experiencia sirvió como motor de arranque para sumergirse en su próximo proyecto. Filmando Redención se percató de lo hermoso que era grabar un automóvil en la oscuridad de la noche. Aquella fue la idea que lo inspiró para escribir Locke (2014). Gracias a este trabajo ha conseguido ganar crédito como director, sobre todo por su atrevida puesta en escena, cuya simpleza y carga dramática conllevaba una dificultad estimable.

"Acababa de terminar de hacer una película convencional, y un par de cosas habían pasado. Una de ellas fue darme cuenta de lo hermoso e hipnótico que eran los espacios urbanos filmados de noche desde dentro de un automóvil en movimiento. Ese espectáculo de luces en movimiento me pareció bastante bonito", declaró el director a un medio escrito y agregó: "Al mismo tiempo, yo estaba tratando de volver a los conceptos básicos de lo que es el cine: meter un montón de gente en una habitación, apagar las luces y tenerlos enganchados con lo que pasa en la pantalla".

Y al parecer lo consiguió, puesto que el minimalismo de la cinta no sólo ha llamado la atención por su osadía, sino también por la buena recepción que ha tenido del público. Con un solo actor en pantalla y con toda la acción ocurriendo dentro del auto, la película sale bastante airosa del desafío autoimpuesto y, aunque pueda sonar a experimento cinematográfico de difícil digestión, consigue momentos de poderosa tensión dramática y alto vuelo emotivo.

"Para hacerme la vida más difícil, quería que el personaje principal fuera la persona más común en el mundo - que esté casado, tenga dos hijos, que trabaje en la construcción, con hormigón. No hay nada en él que lo podría convertir en un buen personaje. Esta es una tragedia muy común, y yo sólo me preguntaba si el público empatizaría con él", contó Knight.

La actuación de Tom Hardy ha sido otro de los puntos altos de la cinta, pues gran parte del peso dramático descasa en su interpretación y algunos ya han señalado este papel como uno de sus mejores desempeños actorales. De hecho, recibió el premio a mejor actor del Círculo de Críticos de Los Angeles y en el Festival de Toronto.

"Es uno de los thrillers más emocionantes del año", comentó el diario británico The Telegraph. En tanto, Variety lo destacó como un experimento "ejecutado de manera ingeniosa sobre la cinematografía minimalista que tiene profundidad, belleza y equilibrio". A su vez, el crítico Jordi Costa del diario El País opinó que "esta película de premisa y situación única, contada en tiempo real, convierte su denso sustrato en dinamismo y cine puro".