Le dicen el Naza. Ya está medio calvo, entró en los 40 años y llegó el momento de que algún negocio le resulte en la vida. De lo contrario, corre el riesgo de que nadie le conteste más el teléfono o que, todavía peor, ningún amigo se moleste en prestarle dinero. Sin embargo, la vida de Naza, de alguna forma, ya está medio acabada: su esposa lo abandonó y ahora tiene una mejor carrera profesional que él en Barcelona. El antihéroe de Soy mucho mejor que voh no soporta aquella humillación. Es su pequeña tragedia.
La segunda película de José Manuel "Che" Sandoval es la crónica sustancialmente nocturna de un perdedor con cierto nivel económico. Tras dar tumbos en la microempresa (tiene una pyme de segunda categoría) y consumido por un egocentrismo primitivo, el Naza (Sebastián Brahm) pretende arreglar en una noche las chambonadas de toda una vida. Para él, las cosas se reducen a tener una buena noche de sexo y reafirmar su condición de macho inimputable. Quizás así tenga más ánimo para intentar convencer a su esposa de que pueden volver. "Tiene un ego gigante. El subtítulo de la película es 'Lo peor de Chile', y eso se refiere a que el protagonista carga con cosas como un machismo excesivo, un clasismo evidente y hasta un catolicismo medio culposo. Ese personaje refleja, a mi juicio, muchas taras que Chile no ha podido superar", explica Sandoval sobre la película, que se estrena mañana en salas locales.
Presentada el año pasado en el Festival de Cine Independiente de Buenos Aires (Bafici) con buenas críticas de la prensa especializada, Soy mucho mejor que voh hace un extensivo uso del lenguaje coloquial, de chilenismos y de la calle. El puente Pío Nono, el barrio Bellavista y el Metro son locaciones recurrentes en el deambular del incompetente Naza, un personaje que era más bien lateral en Te creís la más linda (2008), anterior largometraje de Sandoval. Aquella cinta se mantuvo tres meses en cartelera y llevó más de 10 mil espectadores en una sola sala en Santiago.
"Una de las cuestiones que me interesaban era conservar la espontaneidad de Te creís la más linda. En cambio, Soy mucho mejor que voh es una obra más adulta, con un protagonista que tiene 40 años y tiene problemas propios de esa edad. Contábamos con más recursos, pero no quería perder el espíritu rock and roll de Te creís...", explica el director.
Pero lejos del estilo, ambas cintas están unidas por la figura del macho herido en términos emocionales. "El Naza, que se llama Cristóbal, no soporta que su esposa haya mejorado laboralmente. Y se refugia en su masculinidad. Hace incluso alarde público de tener un pene gigantesco. Recurre a lo más básico en sus escapadas", dice el cineasta.
Admirador del cine de Raúl Ruiz antes del 73 ("siento un gran vínculo con la atmósfera de Tres tristes tigres") y residente en Buenos Aires, Sandoval prepara el guión de una nueva cinta. Ahora será protagonizada por una mujer, la actriz argentina Antonella Costa, pero seguirá el tópico común de los traumas familiares y sexuales.