La investigación, publicada en la revista Plos One, ofrece una nueva hipótesis sobre cómo se construye y evoluciona el lenguaje. Gary Lupyan, investigador del departamento de psicología de la Universidad de Pensilvania, y Rick Dale, profesor asitente de psicología de Memphis, llevaron a cabo un análisis estadístico en más de 2 mil lenguas alrededor del mundo con el fin de comprobar si ciertos ambientes sociales se relacionan con ciertas propiedades lingüísticas.

La investigación encontró que existen fuertes relaciones entre las propiedades demográficas de las lenguas (como la cantidad de personas que la hablan) y la complejidad gramatical de éstas. Así, los idiomas más hablados – y los que se han extendido alrededor del mundo – suelen tener una gramática más simple, especialmente en la morfología, que las lenguas que son habladas por pocas personas o circunscritas a ciertas regiones.

Además, según los expertos norteamericanos, las grandes poblaciones tienden a tener pronombres y sistemas numéricos más simples y un número menor de casos y géneros, y en general no utilizan prefijos o sufijos en su gramática. Es por esto, que el aprendizaje de estos idiomas resulta más fácil, explican.

Para Lupydan esta adaptación de la lengua se refleja en las diferencias que existen entre el inglés y el mandarín, por ejemplo. "Si bien el ingles, muchas veces, confunde por su ortografía y excepciones, tiene una gramática relativamente sencilla", explica el experto. "Los verbos son fáciles y los sustantivos son en su mayoría plural añadiendo la s". En comparación una lengua africana occidental como el Hausa, tiene docenas de maneras para hacer que un sustantivo sea plural; y en muchas lenguas como el turco, aymara, los verbos como saber, incluyen información previa para quien hable el idioma", señala.


Detalles del estudio aquí

http://www.upenn.edu/pennnews/article.php?id=1805

http://www.tendencias21.net/Las-lenguas-evolucionan-como-los-organismos-vivos_a4022.html