Aún no se sabe con claridad cómo se transmite, sin embargo, la bacteria Helicobacter pylori se encuentra alojada en el estómago de siete de cada 10 chilenos. Es capaz de resistir por años la acidez de los jugos gástricos y producir gastritis, úlceras e incluso cáncer al estómago. Debido al sigilo con que trabaja es casi imposible de detectar hasta que se declara la enfermedad.

Por este motivo, investigadores del Departamento de Salud Pública de la Universidad Católica trabajan en el diagnóstico y tratamiento temprano de esta bacteria. Se trata de un proyecto coordinado desde Estados Unidos por el Southwest Oncology Group y que se desarrolla,  además, en Colombia, Costa Rica, Honduras, México y Nicaragua.

La iniciativa cuenta con el apoyo de la Fundación Bill y Melinda Gates, que aportó dos millones 520 mil dólares para su desarrollo. "Lo que queremos desarrollar es una estrategia práctica para erradicar la bacteria y reducir el riesgo de cáncer gástrico. La idea es que pueda ser usada en las comunas de mayor riesgo y que incluya diagnosticar la infección y ofrecer tratamiento", explica Catterina Ferreccio, investigadora de la U. Católica y quien lidera el estudio en Chile.

DIAGNOSTICO RAPIDO Y BARATO
Por el momento, la única opción en Chile para detectar la presencia del Helicobacter pylori en las personas es la realización de una endoscopía, que consiste en la introducción de una sonda por el tubo digestivo hasta el estómago. Un método invasivo y que cuesta alrededor de 50 mil pesos.

El diagnóstico que están utilizando los investigadores de la UC consiste en un examen de aliento: las personas deben soplar en una bolsa de aluminio antes y después de ingerir una cápsula de urea. Mediante el análisis de la concentración de dióxido de carbono en ambas muestras se puede establecer si está presente la bacteria en sólo cinco minutos y con un 99% de certeza.

"Es súper rápido y para el paciente es cómodo, porque está reemplazando la endoscopía, además permite saber de inmediato si tiene la bacteria", destaca María Paz Cook, coordinadora del proyecto en Chile. En el extranjero, este examen cuesta alrededor de 10 dólares, es decir, unos cinco mil pesos.

El diagnóstico está siendo aplicado en el Consultorio Juan Pablo II en la comuna de La Pintana, y aunque aún no completan el total de pacientes que participarán en la investigación, 53 de las 71 personas ya examinadas padecen la enfermedad.

ALTERNATIVAS DE TRATAMIENTO
En quienes arrojan un resultado positivo en el diagnóstico, el equipo de investigadores está aplicando tres tratamientos distintos, todos con medicamentos genéricos. El primero es el que tradicionalmente se utiliza y que contempla la administración de lanzoprazol, amoxicilina y claritromicina durante 14 días.

Sin embargo, los especialistas buscan acortar la extensión del tratamiento para evitar que los pacientes lo abandonen a medio camino. Para esto existen dos opciones que sólo duran cinco días, con el objetivo de reducir al menor tiempo posible la aplicación de antibióticos, dice Cook. Hasta el momento, sólo dos de las 53 personas que han recibido cualquiera de estos tres tratamientos no han logrado erradicar la bacteria.