El estudiante Vilca Fernández, opositor al Presidente de Venezuela, Hugo Chávez, decidió radicalizar su huelga de hambre cosiéndose la boca en señal de protesta y en demanda de un mayor presupuesto para las universidades.

Fernández lleva 27 días sin ingerir alimentos al igual que otros 19 jóvenes, que se mantienen frente a la sede en Caracas del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), aunque la representante de los huelguistas, Gabriela Arellano, sostuvo que "más de 600 estudiantes" respaldan a los huelguistas "en el Puente Internacional Simón Bolívar en la frontera de Táchira con Colombia".

Antes de ingresar en la ambulancia donde se selló los labios, Vilca Fernández llamó "dictador" a Chávez y sostuvo que no ha respondido sino con "la criminalización de la protesta".

El "dictador de (la casa presidencial de) Miraflores intenta nuevamente asesinar a la juventud venezolana", dijo y agregó que se cose la boca "para levantar miles de voces en todo el país".

Las autoridades gubernamentales "jamás sellarán nuestras ideas, jamás sellarán nuestro deseo de construir una patria, una universidad", declaró a la prensa.

En respuesta a la huelga, universitarios seguidores de Chávez respondieron el jueves pasado con una multitudinaria marcha, encabezada por la ministra de Educación Superior, Yadira Córdova.

"Hoy vemos cómo estudiantes de diferentes tendencias, incluso aquellos que pueden estar manipulados sirviendo a un plan de desestabilización, gozan de todos los derechos y pueden manifestar en todos los espacios", dijo entonces la ministra.

Robert Serra, diputado oficialista y hasta el año pasado dirigente estudiantil chavista, denunció que esa y otras huelgas en contra de Chávez forman parte de un supuesto plan financiado "por tres banqueros venezolanos prófugos de la justicia".