Doscientos cincuenta y seis alumnos de los ocho terceros medios del Liceo B-21 de Constitución se negaron a ingresar esta mañana a rendir la prueba Simce de Inglés en protesta por las pésimas condiciones en las que quedó el establecimiento tras el terremoto de febrero pasado y que, a juicio de los alumnos y profesores, no dan las garantías suficientes para seguir estudiando en ese edificio.
Los alumnos marcharon pacíficamente desde el establecimiento hasta la municipalidad de Constitución, para expresar sus demandas al alcalde Hugo Tillería.
La secretaria del Centro de Alumnos del liceo B-21, Carla Ortega, indicó que "tenemos el gimnasio, comedor y cocina en zona roja y dos salas de clases, salas de audio y oficinas en zona amarilla. Además este año, cuando más necesitamos desestresarnos, tenemos clases teóricas de Educación Física, lo que ha repercutido nocivamente en nuestro rendimiento".
"Nuestro llamado a las autoridades es a que, así como rescataron tan eficientemente a los mineros de Atacama, piensen en los estudiantes de Constitución que también necesitamos un rescate urgente, hace ocho meses", añadió Ortega.
Por su parte, el director del establecimiento, Rafael Porra, apoyó la manifestación y explicó que "yo apoyo a los alumnos, porque estamos agotados de 8 meses de tolerancia y espera, en los que aún los alumnos no tienen duchas para después de educación física, pese a que el ministerio señaló que había que impulsar las clases de Artes y de Educación Física para manejar el estrés de los niños después del terremoto. Nuestro gimnasio y comedores colapsaron y mantenemos salas en zona amarilla, pero nadie nos ha brindado ayuda", dijo.
El director del liceo B-21 hizo un llamado al ministro de Educación, Joaquín Lavín, a "que nos visite para que vea las condiciones en las que estamos y conversemos una solución a nuestros problemas". Asimismo, enfatizó que "es muy injusto que se nos evalúe bajo los mismos parámetros de un establecimiento normal, donde no ha ocurrido nada, sin tomar en cuenta que producto del terremoto y tsunami murieron alumnos de nuestro liceo y familiares de nuestros alumnos; hay otros que están viviendo en mediaguas, sin duchas, sin un lugar adecuado para poder estudiar".
Finalmente, el profesor Rafael Porra relató que el establecimiento no ha recibido ningún tipo de ayuda económica para reparaciones y, lo que es peor aún, "fue declarado liceo tradicional el año pasado y ganamos 200 millones de pesos para mejoras, de los cuales no nos ha llegado aún un solo peso, no sabemos si el dinero fue reasignado o qué sucedió con ello", puntualizó.