Un amplio debate ha provocado la decisión del intendente Metropolitano, Claudio Orrego, de incorporar los asados que realizan los santiaguinos para acompañar los partidos de "La Roja", como un factor para decretar un episodio crítico por contaminación.

Ante esto, varios académicos han realizado el cálculo de cuánto contaminan las parrillas encendidas. Entre ellos, el investigador de Calidad del Aire de la U. Católica, Héctor Jorquera, quien plantea que "si en pocas horas, unos 50 mil hogares hacen un asado de dos kilos de carne, las emisiones de material particulado fino (MP 2,5) producidas por el carbón y la cocción de la carne,  son del orden de una tonelada". Añade que, en promedio, se emiten 12 toneladas de MP 2,5 al día, por lo que el aporte de los asados equivale al 8,3% de la contaminación diaria. "Estas emisiones se dan en un momento complejo, que es la noche, cuando la atmósfera tiende a estabilizarse y no corre viento. Eso hace que la  contaminación se desplace a la parte baja de Santiago y se concentre en Cerro Navia y Pudahuel",  agrega.

Además, advierte que un kilo de carne contamina 10 gramos de MP 2,5 y que mientras más grasosa, más polución emite. "El pollo con cuero y las hamburguesas con mucha grasa son las más contaminantes".

El impacto de la parrilla a carbón también ha sido medido por el director de Ingeniería Mecánica de la U. Federico Santa María, Mario Toledo, quien comparó la energía consumida por la parrilla y los buses del Transantiago.

"Si 20 mil capitalinos encienden su parrilla se utilizarán casi 40 mil kilos de carbón, lo que equivale a la energía que necesitan 54 buses del Transantiago en un día", afirma.

Para el académico de la Usach, Ernesto Gramsh, "los asados son efectos puntuales  con una duración específica, por lo que no comprometen más la salud de las personas. La verdadera preocupación debe ser que hay demasiados vehículos circulando y mucha quema de leña".

Restricción

La Intendencia Metropolitana decretó para hoy una nueva preemergencia ambiental, que contempla restricción a dos dígitos de automóviles catalíticos, terminados en 2 y 3. Para los vehículos sin sello verde, se aplicará a las patentes terminadas en  1-2-3-4-5-6.

Con esto, se cumplen 13 días de mala calidad del aire en la región Metropolitana, desde la primera preemergencia, registrada el sábado 11 de junio. Desde esa fecha, la autoridad ha cursado más de 1.500 infracciones a conductores, por incumplir la restricción.

Al respecto, el intendente Claudio Orrego hizo un "llamado a la ciudadanía a colaborar. Cada vez que alguien viola alguna de las restricciones aumenta la probabilidad de enfermedades respiratorias graves en los más vulnerables: niños, adultos mayores, personas con enfermedades crónicas y las embarazadas".

El ministro de Medio Ambiente, Pablo Badenier, explicó que en el marco del Plan de Descontaminación de Santiago, que entrará en vigencia en 2017, se propone una restricción permanente para catalíticos. "La restricción  que proponemos es para un período invernal, que afectaría a cada auto sólo 16 días al año", dijo.