Hasta ahora el consenso científico era que la vida humana llegaba hasta los 115 años, pero Bryan Hughes y Siegfried Hekimi, biólogos de la Universidad McGill de Montreal (Canadá) plantearon dudas a este paradigma.
En un artículo publicado en la revista Nature, dan como prueba un nuevo análisis estadístico, a partir de datos de ultracentenarios reunidos desde 1968 en Japón, Francia, EE.UU. y Gran Bretaña.
Siguiendo una lógica matemática, el estudio dice que no hay pruebas de la existencia de un límite máximo para la duración de la vida: si este umbral realmente existiera, aún está por ser alcanzado o identificado.
"El estudio de la biología del envejecimiento hasta ahora nos llevó a la conclusión de que debe haber un límite, en torno a los 115-120 años", explicó Stefania Maggi, presidenta de la Sociedad Europea de Geriatría.
Pero los científicos canadienses no están de acuerdo: "No sabemos cuál sería el límite para la edad pero extendiendo las líneas que indican las tendencias, se ve que la vida promedio y la máxima seguirían aumentando".
Luca Deiana, biólogo de la U. de Sassari (Italia), que hace años estudia a los centenarios, coincide. "El límite de 115 años no tiene sentido y no excluyo que en el futuro pueda ser superado. Pero hay que recordar que la vida no es solo un cálculo estadístico: es algo que no conocemos completamente".