Una hora de "running" puede regalar siete horas más de vida.

Y con un promedio de dos carreras semanales, durante 40 años consecutivos, se ganan unos tres años.

Incluso esta cuenta cierra aunque con el tiempo la actividad se torne más lenta por la edad, o esporádica, o quienes la practiquen sean personas fumadoras, bebedoras o con sobrepeso. Los beneficios de correr se disfrutan a largo plazo.

Así emerge de un estudio encabezado por la Iowa State University, publicado en Cardiovascular Disease.

Los estudios partieron de la base una investigación precedente, de hace tres años, que tomó en examen a más de 55 mil adultos, seguidos durante 15 años.

Los científicos analizaron un gran número de datos de pruebas médicas y de "fitness" conducidos por el Cooper Institute de Dallas.

La conclusión fue sorprendente: apenas cinco minutos de carrera al día bastan para aumentar la expectativa de vida.

Con el nuevo estudio fue posible cuantificar, añadiendo también los resultados de otros estudios recientes, que un corredor típico gastaría menos de seis meses efectivos en actividades en casi 40 años.

Pero ello podría representarle un aumento de la esperanza de vida de 3,2 años, con una ganancia neta de cerca de 2,8 años, un tiempo "extra" como premio a su actividad física constante.

En términos concretos, una hora de carrera extiende la expectativa de vida en siete horas.

Sin embargo, como explicó al The New York Times el autor principal de la investigación, Duck-chul Lee, "estos agregados no son infinitos".

En otras palabras, correr no convierte a las personas en inmortales.

El estudio reforzó viejos y nuevos datos, indicando que correr, a cualquier ritmo, reduce el riesgo de muerte prematura en 40 por ciento, aun teniendo en cuenta problemas como obesidad, hipertensión y de consumo de alcohol y cigarrillos.

También otras actividades como caminar o andar en bicicleta dan beneficios, pero menores.