Las personas que realizan deportes y están intentando reducir su ingesta calórica deberían correr bajo el sol en lugar de ejercitarse en un clima controlado como el del gimnasio, según un estudio realizado en Australia.
El estudio hecho entre 11 hombres físicamente activos, detectó que los participantes comían menos, inmediatamente después de ejercitarse en condiciones de calor, unos 36 grados Celsius, que los que practicaban en temperaturas más moderadas de 25 grados Celsius.
En promedio, los hombres comían 300 calorías más cuando hacían deporte bajo temperatura moderada, que cuando lo hacían en medio del calor. "Nuestros hallazgos sugieren que si alguien se ejercita en un ambiente más caluroso comerá menos en la comida que siga", dijo la investigadora doctora Kym Guelfi, de la escuela de ciencia del deporte en la University of Western Australia.
En teoría, añadió, esta sería una buena estrategia para quienes realizan deporte e intentan perder peso. Sin embargo, estudios futuros deberían investigar si ejercitarse bajo el calor, disminuye la ingesta calórica inmediata, para luego realizar comidas más abundantes en el resto del día.
ESTUDIO
Para el estudio, que fue publicado en American Journal of Clinical Nutrition, los investigadores consideraron a 11 jóvenes activos que realizaron varias visitas al laboratorio de ejercicios.
Durante una visita, los hombres corrieron en una cinta de ejercicios por 40 minutos a 36 grados Celsius y en otra de las visitas ejercitaron a 25 grados. En una tercera sesión descansaron en una sala con temperatura moderada.
En las tres situaciones, los hombres pasaron luego a un mesón de alimentos para desayunar sin límite de ingesta calórica.
Comieron más cuando se habían ejercitado en condiciones de temperatura moderada.
RESULTADO
El estudio también dio pistas de por qué el ejercicio en el calor puede moderar el apetito. Después del ejercicio en temperaturas altas, los hombres mostraron niveles más altos de péptidos YY en su sangre, una hormona producida en el tracto digestivo que sirve como señal para la sensación de saciedad.
El menor apetito de los hombres también pareció estar relacionado con el incremento en la temperatura corporal.
Las razones para esto no están claras, pero Guelfi destacó que algunos investigadores creen que como la comida produce calor en el cuerpo, la ingesta de alimentos es uno de los mecanismos naturales para controlar la temperatura.