En 2008, el Tribunal Constitucional declaró ilegal la norma que permitía al Ministerio de Salud (Minsal) entregar la píldora del día después.
La decisión dejó en manos de los alcaldes la atribución de distribuirla en los consultorios. Sin embargo, en 2009, la Contraloría General de la República dictaminó que los municipios también debían cumplir con la resolución. En este escenario, el gobierno de Michelle Bachelet optó por presentar un proyecto de ley que permitiera su distribución.
Fue así, y después de un intenso debate legislativo, que el 28 de enero de 2010 entró en vigencia la Ley 20.418, que fijó las normas sobre información, orientación y prestaciones en materia de regulación de la fertilidad, permitiendo la entrega gratuita de la pastilla en todos los consultorios del país.
En ese momento, la píldora era el centro del debate público, lo que era monitoreado de cerca desde Flacso, por la socióloga Claudia Dides, que desde 2008 comenzó a elaborar informes sobre las comunas que entregaban este mecanismo de anticoncepción de emergencia versus las que no lo hacían.
Estos reportes y los sucesivos se transformaron en uno de los insumos que utilizaron Damian Clarke, experto del Departamento de Economía de la U. de Oxford (Reino Unido), y Andrea Bentancor, economista de la U. Adolfo Ibáñez, para medir el real impacto de la píldora del día después en la disminución del embarazo en Chile, en el grupo de las mujeres entre 15 y 19 años, y entre los 20 y 34 años.
Los investigadores también cruzaron cifras con datos censales del Ministerio de Salud para medir la incidencia del fármaco. Después de un año y medio de trabajo, el mes pasado lograron concluir que la píldora ha disminuido en promedio un 6,9% la tasa de embarazos en mujeres entre 15 y 19 años, lo que se traduce en 1.487 nacimientos menos a partir de 2009.
Si bien la tasa de embarazos adolescentes viene a la baja -en 2012 alcanzó su punto más bajo en 15 años-, este es el primer estudio que midió cuantitativamente el impacto de la píldora (ver infografía) en la disminución. "El descenso en el embarazo puede tener múltiples razones, pero esta es la primera vez que se hace un análisis del impacto de la píldora", resume a La Tercera Damian Clarke.
La tasa de nacidos vivos en Chile para este tramo de edad en 2012 era de 48,6 por cada 1.000 mujeres. "Para poner esto en contexto, en otros países la tasa varía entre 2,9 por 1.000 en Corea del Sur -la más baja del mundo- y hasta aproximadamente 150 de 1.000 en mujeres de algunos países africanos", explica el economista.
DIFERENCIAS COMUNALES
Si bien la disminución promedio fue de casi 7%, con un marcado descenso cuando entra en vigencia la ley en 2010, en algunas comunas se registraron porcentajes mayores. Por ejemplo, en San Gregorio, Región de Magallanes, llegó a 40%; en Colchane, Región de Tarapacá, a 20%; y en Diego de Almagro, Región de Atacama, a 13%.
La investigación midió los datos disponibles hasta el año 2011. Por esta razón, Clarke advierte que no pueden asegurar que el embarazo adolescente sigue disminuyendo, aunque las cifras de entrega de píldora podrían reforzar esta tendencia a la baja: 4.500 unidades en 2010, 7.500 en 2011 y casi 9.000 en 2012, de las cuales más de 3.000 fueron entregadas a adolescentes. "Estas cifras crudas, por lo menos, sugieren que el efecto de la píldora sigue siendo importante en Chile, y es ampliamente pedida en consultorios públicos", agrega el economista.
NO SÓLO ADOLESCENTES
El estudio también indagó en el impacto en el tramo de mujeres entre 20 y 34 años, donde la reducción llegó a 4,2%, equivalente a 3.212 nacimientos.
Asimismo, se detectaron disminuciones menores en las tasas de embarazo en comunas que no entregaban la píldora, pero que estaban cerca de otra que sí lo hacía. Según el experto, las mujeres estaban dispuestas a desplazarse hasta 30 kilómetros para conseguirla.
Aunque prefiere no pronunciarse hasta conocer en profundidad las cifras de la investigación, Soledad Díaz, doctora del Instituto Chileno de Medicina Reproductiva (Icmer), señala que se debe fortalecer la entrega de la anticoncepción de emergencia para prevenir el embarazo no deseado o no planeado, en las adolescentes y en todas las mujeres en edad reproductiva.
La experta advierte que, pese a la existencia de la ley, siguen los obstáculos para acceder a la pastilla, porque no todos los consultorios la tienen disponible, lo que no contribuye a frenar el fenómeno del embarazo adolescente en el país. "El porcentaje de adolescentes que se embarazan en las comunas de menor nivel socioeconómico, incluyendo la Región Metropolitana, sigue siendo elevado. Esto contrasta con las bajas tasas que se observan en las comunas más ricas, algunas de las cuales tienen un porcentaje de embarazos en adolescentes similar a los países europeos", dice la experta.
Revisa aquí el estudio completo.