La investigación, publicada en la revista Current Biology y dirigida por Matthew Walker, profesor asociado de Sicología y Neurociencia de esta universidad, reveló una nueva función de una etapa del sueño conocida como REM (Rapid Eye Movement). Según él, "cuando entramos en la fase REM del sueño, también entramos en una especie de terapia que atenúa los recuerdos dolorosos del día anterior".
Cada vez que nos acostamos a dormir, pasamos por diferentes etapas. De un sueño ligero o no REM, pasamos a otra fase más profunda, en la que las ondas cerebrales se hacen más lentas. En la etapa REM, la actividad cerebral es parecida a la que tenemos cuando estamos en vigilia y soñamos captando también buena parte de información de nuestro entorno, aun cuando estamos más relajados. De acuerdo con este estudio, en esta fase la química que genera el estrés de lo vivido durante el día va disminuyendo en la medida en que el cerebro procesa esos datos, suavizando este estrés. Además de atenuar las emociones, el estudio reafirma la importancia de la fase REM en la consolidación de la memoria, el aprendizaje y la regulación del humor.
El estudio consistió en la evaluación de 35 adultos jóvenes y sanos. Estos fueron divididos en dos grupos, a los que se les mostró una serie de 150 imágenes emocionales y 12 horas después volvieron a verlas. La única diferencia es que uno de los grupos pudo dormir en ese lapso. El grupo que pudo dormir mostró una reducción en la actividad de la amígdala cerebral, lo que indica que existe una reacción menos emocional y más racional. Durante el período de sueño, también fueron sometidos a electroencefalogramas, confirmando que la actividad eléctrica disminuía.