Estudio determina que usuarios de Transantiago son los más expuestos a contaminación atmosférica
Según un informe de la Universidad de Chile, quienes utilizan ciclovías y Metro están expuestos a nivel medio, mientras que los automovilistas son quienes menos contacto tienen con las emisiones del tráfico.
La Escuela Pública de la Universidad de Chile realizó un estudio sobre la diferencia de exposición personal a contaminantes atmosféricos en usuarios, utilizando distintos medios de transporte, el que arrojó que quienes utilizan los buses en Santiago, son los más expuestos a las emisiones del tráfico.
De acuerdo a los antecedentes, entre los contaminantes más importantes asociados a las emisiones vehiculares se encuentran el material particulado 2,5 (MP2,5) y las partículas ultrafinas (PUF). De esta forma, los usuarios de los buses son los más impactados con un exceso en exposición del orden de 15-20 ug/m3 para MP2,5 y 20.000-30.000 partículas por cm3 para PUF.
En tanto, los usuarios con un menor impacto fueron los de automóvil con 1-2 ug/m3 para MP2,5 y 10.000 a 20.000 partículas por cm3 para PUF. Metro y bicicleta tuvieron impactos intermedios.
Por otro lado, otra de las observaciones importante es la "potencial alta exposición de los ciclistas en el estudio. Es sabido el importante rol del fomento al uso de la bicicleta como parte de la solución para un transporte sostenible, tanto a nivel local como internacional. Pese a no ser el grupo más expuesto, es preocupante que reciban una fracción importante de los impactos de las emisiones del tráfico vehicular comparado por ejemplo con los usuarios de automóvil particular".
De acuerdo al método utilizado, se midió la exposición personal a contaminantes (MP2,5 y PUF) en personas realizando viajes urbanos en horas de alto tráfico. Los viajes fueron realizados por voluntarios que cargaron mochilas equipadas con monitores especiales que miden la contaminación personal. Los viajes fueron realizados en la Alameda y en rutas usuales del viaje trabajo-hogar de los voluntarios. de esta forma, se siguieron 17 participantes para cada medio de transporte (automóvil, bicicleta, bus y metro), mientras otros monitores fueron ubicados en el techo de un sitio central para medir la contaminación de fondo.
El estudio dirigido por el doctor Pablo Ruiz, y financiado por el Fondo Nacional de Investigación en Salud (FONIS), entregó algunas recomendaciones. Entre ellas, destacan que se debe incorporar mediciones en sitios cercanos a tráfico vehicular dentro del monitoreo permanente de la contaminación atmosférica, incluyendo monitoreo de partículas ultrafinas.; la implementación de medidas de gestión ambiental que apunten a disminuir las emisiones del tráfico vehicular en especial partículas ultrafinas; y medidas que protejan a los usuarios del transporte de las emisiones del tráfico, tales como alejar las emisiones de vehículos pesados de la circulación de ciclistas y transporte público.
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