Si usted es de aquellas personas que sufren haciendo abdominales para bajar el "rollito de la panza" o de los que realizan cientos de flexiones de piernas para reducir el tamaño de sus muslos, esta será una mala noticia: un nuevo estudio confirmó que este tipo de ejercicios localizados no reducen centímetros ni eliminan grasa. Sólo fortalecen las zonas musculares que han realizado el trabajo.
La investigación realizada por un equipo de expertos chilenos, dirigidos por Rodrigo Ramírez, de la U. de Los Lagos, confirmó que el tejido adiposo (grasa corporal) no se reduce de forma localizada, sino que se "quema" en forma simultánea en los distintos depósitos donde está acumulada.
El objetivo de este estudio fue examinar los efectos que tiene en las personas un programa de resistencia muscular localizada en la totalidad del cuerpo y en la zona específica que se trabajó.
Para ello, reclutaron a siete hombres y cuatro mujeres de 23 años como edad promedio. Tres veces por semana, durante tres meses, ejercitaron una pierna. Antes de iniciar el programa y al finalizar, se les practicaron exámenes para medir su masa corporal, masa ósea, densidad mineral de los huesos, masa magra y porcentaje de grasa. También se registraron los consumos de energía.
¿El resultado? "Nuestras mediciones muestran que el entrenamiento de una pierna redujo el porcentaje de grasa corporal total, pero esta reducción no fue significativa en el segmento entrenado, en este caso la pierna", indica Carlos Henríquez Olguín, fisiólogo de la Clínica Meds y coautor del estudio. "Es probable que existan zonas del cuerpo más sensibles a la movilización de grasas que hace que se produzcan mayores reducciones de tejido adiposo, pero eso no ocurre con el ejercicio localizado", señala.
EXPLICACION
La acumulación de tejido adiposo no es igual en todas las personas. De hecho, entre hombres y mujeres existen diferencias en la zona de acumulación: los hombres tienden a una distribución de grasa visceral (abdomen) y las mujeres a una ginecoide (caderas y zona alta del tronco).
Henríquez explica que en todas las partes del cuerpo donde hay tejido adiposo existen ácidos grasos que pasan a la sangre y recorren todo el cuerpo.
Cuando se hace cualquier tipo de ejercicio, aeróbico o anaeróbico, esos ácidos grasos se consumen por el trabajo muscular, pero en forma general, sin que por ello se reduzca la zona específico de donde provino.
"Hay reportes que indican que la movilización de grasas desde tejido adiposo del tren superior (tronco y brazos) es mayor que el del tren inferior (piernas). Esto aún no está muy claro en la literatura científica, sin embargo, es probable que se deba a la mayor facilidad de reducir la grasa del tronco, porque hay más receptores para ello", dice.
COMO BAJAR EL ROLLITO
Todos los expertos en salud coinciden en que para eliminar el exceso de grasa corporal el ejercicio es fundamental, pero como quedó demostrado con esta nueva investigación, no todos los ejercicios ayudan a este fin.
Según Henríquez, el ejercicio aeróbico como correr, nadar y andar en bicicleta son los más adecuados para disminuir el tejido adiposo. Idealmente, los ejercicios aeróbicos tienen que combinarse con los ejercicios localizados o con sobrecarga, porque estos aumentan la masa muscular, "que en la mayoría de los sujetos con sobrepeso está disminuida", explica.
"Combinar los dos tipos de ejercicios es la mejor forma para disminuir la grasa corporal y al mismo tiempo mantener una adecuada masa muscular, que en definitiva debiera ser la meta de las personas que quieren ser saludables", insiste Henríquez.