La consultora Visión Humana entregó hoy los resultados del principal barómetro del estilo de vida de los consumidores chilenos, Chilescopio 2009. En él, se intenta responder preguntas tales como si somos o no un país optimista o dónde nos proyectamos en cinco años más.

De acuerdo a los resultados del sondeo, que se realiza anualmente desde el 2005, los chilenos se han vuelto más hogareños. De hecho, para ellos, la familia sigue siendo el ámbito más importante, al punto que un 78% de las personas creen que es el núcleo básico de la sociedad

Ejemplo de esto, son los cambios mostrados en el ámbito de la vida social, la que hasta el año pasado mostraba una leve alza en el interés por la recreación fuera de la casa, y este año dio un giro hacia el ocio "in house". 

Luego de la familia, otro valor de gran importancia para los chilenos es la salud, seguida por la búsqueda de bienestar (amor, libertad y tranquilidad), la estabilidad (logro, bienestar económico, y seguridad), y por último los vinculados con la diferenciación (belleza, innovación y prestigio).

BIENESTAR Y OPTIMISMO
Uno de los resultados de Chilescopio 2009 que más llama la atención es que no se aprecian grandes cambios en la declaración de felicidad de las personas con respecto al año pasado.  Aún ante un escenario de crisis mundial, un 63% se declara feliz o muy feliz, y un 71% se define optimista, en vez de pesimista.

Al mismo tiempo, la amistad continúa siendo un ámbito que alcanza sólo una discreta importancia para las personas, muy relegado por la familia, el trabajo y el consumo. Así, la cantidad de amigos de un chileno promedio es discreta: 4,8 amigos íntimos por persona. El tiempo para visitarse tampoco contribuye a aumentar esta cifra, ya que sólo el 23% declara poder visitar a sus amistades semanalmente o con más frecuencia, en contraste a un 38% que indica sólo verlos unas cuantas veces al mes.

CRISIS Y PESIMISMO
Con respecto al ámbito laboral y en concordancia con la situación económica mundial, el estudio señala que el temor a quedar cesante continúa siendo alto, representando una condición de incertidumbre presente en 7 de cada 10 personas encuestadas. Sin embargo, aunque la condición persiste, no se observa un aumento considerable producto de la crisis.

En cuanto a la situación económica personal, los chilenos se manifiestan más pesimistas en su visión actual cuando se les pide compararla con la pasada. Sin embargo, cuando piensan en el futuro si bien reconocen que la situación económica está complicada, creen que se va a salir de ella.

Sin perjuicio de lo anterior, igualmente se aprecia una heterogeneidad importante en la forma en que se califica la actual situación como un mal o un excelente momento para comprar, condiciones que alcanzan un nivel similar (25% versus 26%).

CONSUMO
De acuerdo al estudio las prioridades de los chilenos cambiaron en tiempos de crisis, al observarse una vuelta a lo esencial. Ejemplo de ellos es que sólo un 29% estaría dispuesta a pagar más por marcas exclusivas, cifra que inclusive bajo cinco puntos porcentuales con respecto al año pasado. Sin embargo, la actitud de fidelidad a las marcas ya probadas sigue casi intacta, con un 46% en relación al 45% del año 2008.

Asimismo, baja levemente el gusto por probar nuevos productos (48%) y se mantiene el de cotizar antes de comprar (65%). Además, pagar en efectivo supera claramente a las tarjetas de créditos a la hora de elegir la forma de pago en sus compras, por el miedo al endeudamiento. El medio menos preferido es el pago automático a la cuenta corriente.

TECNOLOGÍA
Los resultados de Chilescopio 2009 reflejan una tendencia a la polaridad de actitudes respecto al uso de las tecnologías. Por una parte, reconoce a aquellas personas que las que la disfrutan y la usan intensivamente, y otros que son reacios o se ven obligados a usarla por las circunstancias.

El celular sigue siendo uno de los aparatos que más llama la atención, ya que su crecimiento sostenido alcanza un 88%, muy superior a los demás artefactos tecnológicos de uso personal que ofrece el mercado, como la cámara fotográfica digital (42%), el pen drive (38%), y el reproductor de música digital (36%). También destaca el bajo impacto que ha tenido la crisis en el consumo de artículos tecnológicos, donde las cifras incluso dan cuenta de un continuo crecimiento, como si fueran artículos de primera necesidad.