En el país hay 91.666 docentes trabajando en alguna de las instituciones de educación superior. De ellos, el 69% lo hace en universidades. Es decir, casi 63 mil realizan clases en los planteles.

Así lo indica un estudio que da cuenta de la realidad que viven los académicos.

El análisis, en base a datos del Servicio de Información de Educación Superior (Sies) del Mineduc, fue realizado por el académico de la U. Diego Portales José Joaquín Brunner y Soledad González.

Según el reporte, 11.959 (19%) de los 62.943 profesores que trabajan en las universidades poseen un contrato de jornada completa.

Es decir, se dedican exclusivamente a dictar clases, atender a alumnos y hacer investigación.

"Es una cifra baja en general, deberíamos aumentar al doble, pero eso requiere una gran inversión, es muy caro para las universidades. Esta debilidad está sobre todo en las privadas, que no cuentan con aportes estatales", explica Brunne

r, uno de los investigadores. Agregó que estas últimas instituciones viven, esencialmente, de aranceles y donaciones, que se destinan "a cancelar los sueldos de los académicos. Para aumentar la cantidad de docentes tendrían que aumentar los aranceles, y no lo harán", dice Brunner.

La dificultad de nutrir la planta docente recae en los sueldos, explica el rector de la UC Silva Henríquez, Jorge Baeza. "Es difícil tener a la mayoría en este régimen, porque el plantel se sostiene del pago de los alumnos y tener a docentes que hagan dos cursos al semestre y a tiempo completo, no se puede".

En promedio, de acuerdo con el análisis, un profesor titular a jornada completa recibe más de $ 2,5 millones en un plantel estatal, mientras en uno privado el monto asciende a $ 3 millones (ver infografía).

A TIEMPO COMPLETO

Las universidades privadas del Cruch (U. Católica, de Concepción, entre otras) son las que cuentan con mayor proporción de profesores a tiempo completo: 4.669 de un poco más de 11 mil docentes en total. Es decir, el 41% cuenta con un contrato igual o superior a las 39 horas semanales (jornada completa). Un escenario similar tienen las estatales, donde el 33%(4.761) del total del cuerpo académico se dedica full time al plantel. Ambos tipos de universidades reciben, además, los aranceles, aporte fiscal directo (AFD), que lo destinan, entre otras cosas, a cancelar remuneraciones. De acuerdo con el estudio, 2.640 (7%) de los 37.725 profesores de las Ues. privadas fuera del Cruch también son a jornada completa.

SIN ESTANDAR

La cantidad exigida de profesores de tiempo completo es uno de los puntos que critican las autoridades de los planteles que se vieron afectados por el rechazo o baja de los años de acreditación, apelando a una falta de claridad de la norma. "Efectivamente, esto es así. No hay norma que diga cuál es el estándar adecuado de profesores a tiempo completo, y afectó especialmente a los recintos sin acreditación. Lo que es evidente es que cuando un plantel tiene menos del 5%, a todas luces, es muy poco", señaló Brunner.

La posibilidad de generar un estándar mínimo de docentes a nivel nacional es una idea que no comparte Brunner. "No estoy de acuerdo, ya que significaría un riesgo el fijarse en un número y nada más. Lo que importa es la proporción versus estudiantes. Además, varía de acuerdo con la carrera: no interesa tener muchos profesores en ingeniería, se necesitan docentes que estén en el mercado", dijo.

El presidente de las universidades estatales y rector de la U. de Valparaíso, Aldo Valle, manifiesta que es necesario "un estándar público de calidad, que establezca que cada universidad debiera contar con un porcentaje de profesores de jornada completa y también de calificaciones de sus profesores. Es decir, que hayan cursado algún posgrado". Según el estudio, el 41% del total de profesores universitarios cuenta con algún doctorado o magíster.