La errática propagación del virus H1N1, causante de la gripe A, tiene origen genético, según científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts y del Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés) del Gobierno de Estados Unidos.
Esa variación genética explica por qué el virus se ha propagado de una persona a otra de forma menos efectiva que otros virus estacionales, señaló un estudio que publica hoy la revista Science.
El informe sobre la investigación indica que la cepa del H1N1, que ha causado la muerte de más de 300 personas, según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), tiene una proteína superficial que no se adhiere bien a los receptores de las vías respiratorias, señaló Ram Sasisekharan, profesor de la División de Ciencias de la Salud de MIT.
Según Sasisekharan, eso explica por qué el virus no se ha propagado como una influenza estacional.
Pero el científico también advirtió de que la capacidad de mutar rápidamente podría mejorar esa capacidad de adherencia.
"Es necesario que prestemos una muy cuidadosa atención a la evolución de este virus", señaló.
En su estudio, el grupo de científicos encabezado por Sasisekharan comparó la nueva cepa del H1N1 con las de otros virus de gripe estacional, incluyendo algunas cepas más suaves de H1N1 y del que causó una pandemia en 1918.