Este martes se dieron a conocer los resultados de la Segunda Encuesta Nacional de Calidad de Vida en la Vejez 2010, la cual arrojó que el índice de calidad de vida de los adultos mayores ha mejorado en los últimos tres años.
Este sondeo que fue realizado por el Programa del Adulto Mayor de la Universidad Católica (PAM), junto al Instituto de Sociología, el Centro de Geriatría y Gerontología de la UC, con el apoyo del Servicio Nacional del Adulto Mayor (Senama) y Caja Los Andes, mostró que la percepción de calidad de vida aumentó de 0,61 a 0,65 entre los años 2007 y 2010.
Se trata de una medida que comprende cuatro dimensiones como son la calidad de las condiciones físicas (autopercepción de salud, capacidad funcional y satisfacción de necesidades de atención en salud), calidad de las condiciones materiales (suficiencia de ingresos y satisfacción de necesidades económicas), calidad de las relaciones afectivas (satisfacción de necesidades afectivas y calidad de las relaciones familiares) y bienestar subjetivo (autopercepción general de satisfacción con la vida).
"En los últimos tres años ha habido una mejora en el nivel educacional de los adultos mayores y un aumento de las transferencias sociales, en parte por la reforma previsional", aseguró la directora académica de la encuesta María Soledad Herrera.
Además se observa un mejoramiento general de la calidad de vida en casi todas las dimensiones, excepto en las relaciones afectivas que se mantienen en un nivel relativamente alto y que constituye la dimensión mejor evaluada por los mayores. Le siguen el bienestar subjetivo, la calidad de las condiciones físicas y finalmente, condiciones materiales.
Por esto mismo, uno de cada dos adultos mayores estima que la jubilación o dinero que perciben les alcanza "justo" para satisfacer sus necesidades, mientras que uno de cada cuatro dice que no es suficiente.
Entre las necesidades que consideran tener cubiertas en mejor medida están las necesidades de alimentación (86.5%); vivienda (79.7%); cariño y afecto (77.7%). Por el contrario, las que se satisfacen en menor medida son las económicas, de salud y recreación.
No obstante, los resultados indican que mejoró bastante la percepción de tener satisfechas las necesidades de recreación y un ejemplo de ello, es que los adultos mayores aumentaron su participación en cursos y talleres.
La directora nacional de Senama Rosa Kornfeld, señaló que "esta investigación es un gran aporte, pues queremos que contribuya a la formulación de políticas públicas, ya que entrega valiosa información que permite una mejor comprensión del panorama de la vejez y de esta forma orientar adecuadamente la toma de decisiones y el diseño de planes y programas".
Por su parte, Macarena Rojas, subdirectora del Programa Adulto Mayor de la UC, expresó que "esta segunda encuesta nos permite acercarnos aún más a la realidad de los adultos mayores y conocer cómo los distintos factores influyen sobre su calidad de vida. A partir de los resultados, nos parece muy importante destacar que un mayor bienestar de las personas mayores se relaciona con la posibilidad de mantenerse activos y desarrollar actividades significativas".
OTROS RESULTADOS
En los aspectos sociales, se evidencia una mejora en el acceso a las tecnologías de la información y comunicación como Internet y TV cable. De hecho para un 94% de ellos, la actividad realizada con mayor frecuencia es escuchar radio y ver televisión.
Sin embargo, entre los mayores de 60 años con mayor educación, la lectura ocupa un lugar muy importante y el 79% de ellos lee diarios revistas o libros varias veces por semana. En cambio sólo el 19% de los seniors sin educación lo hace.
En el ámbito familiar es destacable que el 85% de los adultos mayores del país vive acompañado, el 65% continúa siendo el jefe de hogar y en el 75% de los casos, sus hijos viven en la misma ciudad, lo que les otorga una cercanía geográfica.
Sin embargo, la encuesta demuestra que el vivir en pareja, tener hijos, hermanos vivos y nietos, se asocia sólo levemente con mayor satisfacción, siendo más importante la calidad de las relaciones familiares que la cantidad de la mismas.
"Es más importante la calidad de las relaciones que tienen, pues las que les traen conflicto afectan mucho a los adultos mayores", agregó Herrera.