Históricamente el país ha carecido de estudios para establecer cuántos adultos y niños padecen alergia alimentaria. Las estimaciones, usando parámetros internacionales, estimaban que entre 3% y 10% de la población infantil podría presentar alergia a algún alimento, es decir, una respuesta exagerada del sistema inmune a algún alimento, y que en el caso de los adultos, podría llegar al 4%.

Pero ahora, expertos de la U. Católica y del Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia realizaron el primer estudio de prevalencia de alergia alimentaria infantil en Chile, que arrojó que el 5,5% de los menores del país padece este trastorno. La investigación, que estudió a más de 400 escolares de la Región Metropolitana a través de encuestas aplicadas a padres e hijos, encontró que, al igual que en EE.UU., los principales alimentos que causan alergia son las nueces, el maní y el huevo (ver recuadro).

Según Arturo Borzutzky, líder del estudio, este tipo de alergia se manifiesta hasta un par de horas después de consumirse el alimento, con síntomas como ronchas, picazón e hinchazón. En casos más graves, puede comprometer órganos internos y llevar a una anafilaxia (shock alérgico en el que se afectan las vías respiratorias y que en casos extremos puede provocar la muerte).

Pero uno de los elementos que más sorprendió a los investigadores es el alto número de niños alérgicos a la palta, similares a los del huevo y el plátano, presumiblemente, dice Borzutzky, por su alto consumo en el país.

DEFICIENTE MANEJO

La investigación también evidenció que el manejo de los niños alérgicos a alimentos no es el más adecuado. Según reportaron los padres que tomaron parte del estudio, muchos niños diagnosticados con alergia alimentaria tuvieron reacciones compatibles con un shock anafiláctico (compromiso de vías respiratorias, baja de presión, etc.) ignorándose si el tratamiento realizado consideró este estado. Los padres tampoco precisaron en sus respuestas si en la Urgencia habían recibido adrenalina inyectable, el tratamiento estándar. "Falta mucha educación en médicos y en las escuelas de medicina para saber bien cómo se maneja una alergia alimentaria", dice el especialista.

El problema es que cualquier adulto y en cualquier momento puede volverse alérgico a los alimentos, aunque Patricia Roessler, inmunóloga de Clínica Alemana, señala, que en general son más graves e inmediatas que en los niños.

A su consulta llegan personas que tienen rinitis alérgica al polen y en algún momento se van sensibilizando a alimentos como frutas que comparten algunas proteínas con pólenes. Así, cada vez que comen determinada fruta sienten picazón e hinchazón en la boca.

También han aumentado los casos de personas que tras realizar ejercicio físico, manifiestan los síntomas. "Es un factor que puede desencadenar esta alergia, porque las paredes del intestino se vuelven más permeables y dejan pasar más elementos a la sangre. Si alguien realizó algún ejercicio y come el alimento, puede hacer una reacción, aun cuando antes no haya manifestado molestias con ese alimento", indica.

Borzutzky dice que es difícil predecir la gravedad de una alergia alimentaria. "Depende de cuántos anticuerpos a ese alimento tenga ese niño. Hay algunos que con un maní pueden hacer una reacción alérgica, otros tendrían que comer varios gramos antes de presentar algún síntoma. Por eso, cuando ocurre una manifestación y se identifica a qué fue, se les pide que eviten cualquier contacto con ese alimento y sus derivados", señala.

También hay que estar atento, dice el experto, a las reacciones cruzadas: "Muchos alimentos pertenecen al mismo grupo. Si el niño es alérgico a las nueces, probablemente lo sea a las avellanas. Si lo es a los mariscos, quizás lo es también a los crustáceos".