Pueden vivir en el mismo sitio, compartiendo menos de un metro cuadrado sin hacerse daño, pero cuando llega el momento de alimentarse se produce el agresivo enfrentamiento. La araña tigre (Scytodes globula), una araña escupidora que se alimenta de otros ejemplares de su especie, es la única que puede vencer a la araña de rincón (Loxosceles laeta). Es considerada su depredadora natural, capaz de controlar su población mejor que cualquier insecticida.
Sin embargo, un estudio realizado por la U. de Chile durante tres años reveló que las arañas tigre atacan a las de rincón sólo en el 50% de sus encuentros, "al parecer, porque la araña tigre vive cerca de sus presas de la misma forma que un león vive cerca de las cebras y gacelas", dice Mauricio Canals, líder de la investigación.
Pero cuando el ataque se produce, la araña tigre es certera: gana en el 75% de los casos. Para ello, escupe una sustancia gomosa que se adhiere a su presa, a la que luego entela, muerde y mata con una o más mordidas con veneno. Se alimenta de ella digiriéndola y sorbiéndola.
La araña de rincón, la más peligrosa del país, no es una presa fácil. A pesar de ser solitaria y tímida, puede ser agresiva y gana la batalla en el 25% de los casos. "A veces, y esto nos sucedió con más frecuencia que lo habitual, las arañas de rincón hembras con crías parecen muy agresivas y tienen mayor probabilidad de comerse a su potencial depredadora. Aunque no se ha demostrado cuidado parental, la hembra permanece con o en cercanía de las arañuelas al menos un mes. Hemos observado varias crías alimentándose de cadáveres de arañas tigre recién muertas por la hembra, pero no es claro que la hembra lo haya hecho para esto", explica Canals.
MORDEDURA
El Centro de Información Toxicológica de la U. Católica (Cituc) recibe unas cinco mil consultas de supuestos ataques de arañas de rincón al año. Entre el 18% y 20% de los casos se trata de una mordida, dice Juan Carlos Ríos, director del Cituc.
"En general, con el cambio de estación empieza el flujo de llamados. Pero la araña siempre está en la casa, sólo que en esta fecha entramos a su hábitat. La gente va a la bodega, cambia la ropa y la araña siempre busca lugares tranquilos. Es la época, además, de nacimiento de crías y apareamiento, así que aumenta el número", indica.
Hasta un 20% de las personas mordidas desarrollan el síndrome visceral. "El veneno genera una destrucción masiva de glóbulos rojos que provoca daño en otros órganos, compromiso sistémico, y síntomas que pueden ocasionar la muerte", dice Ríos. Eso se da en el 1% a 3% de los casos.
No se sabe porqué afecta más a algunos pacientes, pero se cree que es la cantidad de veneno que llega a la sangre.