Un mínimo de tiempo es el que dedican las familias más vulnerables del país a realizar actividades recreativas, deportivas o culturales, durante el fin de semana. Este es uno de los principales resultados de una encuesta del programa Puente, del Fondo de Solidaridad e Inversión Social (Fosis), aplicada a 5.874 familias. De acuerdo con el estudio, los sábados y domingos la mayoría de las personas de este grupo ocupa su tiempo libre realizando labores del hogar, viendo televisión o escuchando radio (ver infografía).
Según el informe, un 78% de las familias declara nunca asistir a un espectáculo durante el fin de semana y un 50,1%, jamás ir a un mall o centro comercial en estos días.
Frente a la consulta de si efectúa paseos al aire libre los sábados y domingos, un 24,1% dice nunca realizarlos; un 51,4% declara que a veces, y un 22,2% que siempre lo hace.
Por otra parte, un 73,6% de los miembros de este grupo declara siempre dedicarse a efectuar labores del hogar esos días, lo que se suma al 72,5% que asegura utilizarlos para ver televisión o escuchar radio.
Acerca del uso del tiempo durante la semana laboral, el estudio muestra que los adultos que trabajan y dedican al menos 1,8 horas semanales a actividades culturales o de recreación, son un 22,1%. Este porcentaje sube a un 26,4% en el caso de los cesantes, que ocupan por los menos 1,9 horas a la semana a estas prácticas.
Sobre las actividades al aire libre, el informe da cuenta que las personas que dedican, como mínimo, 1,7 horas a estas actividades llegan a un 20,5% en el caso de quienes tienen trabajo y un 23,1% en el caso de las que no lo tienen.
El ministro de Desarrollo Social, Joaquín Llavín, afirma que "las horas que los más pobres no ocupan en su trabajo las dedican a trabajar en su casa, a atender familiares enfermos o a cuidar a los niños. Por lo tanto, son personas que se van desgastando y esa falta de tiempo libre se traduce en defensas bajas, en problemas de estrés, de depresión".
Agrega que con los antecedentes recabados, será posible redireccionar las políticas públicas sobre pobreza, enfrentándolas de manera multidimensional y no sólo considerando los ingresos percibidos por cada grupo familiar.
El ministro plantea también que, dentro de los estudios internacionales en materias sociales, existen varios tipos de pobreza, incluida la pobreza espiritual o cultural, que afecta también directamente la calidad de vida de las personas. La falta de actividades recreativas se convierte, por lo tanto, en un obstáculo más para que las familias más pobres puedan superar su condición, dice.
Capital social
Para Claudio Storn, director del Fosis, los resultados del estudio son preocupantes. Esto, porque "las familias están mas encerradas en actividades individuales y mucho menos afuera de la casa, en actividades comunitarias. Eso es un mal síntoma, que daña el capital social".
Añade que, actualmente, trabajan en financiar proyectos liderados por los propios dirigentes, para que generen espacios e instancias de participación.
Además, dice, se promoverá una línea especial de recursos en el próximo presupuesto fiscal de 2014.
Para enfrentar esta problemática, Benito Baranda, director de la ONG América Solidaria, recomienda aumentar los espacios recreativos y las áreas verdes en los sectores de extrema pobreza que, a su juicio, son muy limitados. Plantea, además, la necesidad de fomentar actividades de esparcimiento para los niños, durante el fin de semana, en las comunas más vulnerables.