La hormona sexual testosterona, ya vinculada a un mejor desempeño entre los operadores masculinos del mercado de valores, podría incitar a las mujeres a tomar decisiones financieras y profesionales más arriesgadas, mostró una investigación.
Un estudio de 460 personas que cursaban la licenciatura en Administración de Empresas en la Universidad de Chicago mostró que las mujeres con más altos niveles de testosterona tenían mayores probabilidades de arriesgarse y hacer carrera en sectores como la banca de inversión que aquellas con niveles más bajos de la hormona. Lo mismo no ocurría entre los hombres, en quienes el apetito de riesgo no cambiaba mucho con los distintos niveles de testosterona.
El estudio, publicado hoy en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, es el primero en explorar cómo la testosterona afecta en diverso grado en hombres y mujeres la toma de riesgo financiero, dijeron los autores. Investigaciones previas habían mostrado que los hombres suelen ser más arriesgados que las mujeres, y que los operadores tienen mayores probabilidades de asumir más riesgo y hacer más dinero en los días en que sus niveles de testosterona están altos.
"Este estudio tiene significativas implicaciones para la forma en que la testosterona podría impactar en la toma real de riesgo en los mercados financieros", dijo Luigi Zingales, profesor de Emprendimientos y Finanzas en la Booth School of Business de la Universidad de Chicago.
Los investigadores compararon los niveles de testosterona hallados en la saliva de los estudiantes con su apetito de riesgo, medido por un juego de computadora en el que se les pedía repetidamente elegir entre tomar cantidades de dinero garantizadas que iban de US$50 a US$120, o una lotería con 50/50 de probabilidades de ganar US$200 o nada. El punto en el cual una persona cambiaba de tomar la lotería a tomar el pago garantizado se usó como medida de aversión al riesgo.
Aquellos con más altos niveles de testosterona eligieron la lotería con más frecuencia. Como se esperaba, los hombres tenían niveles más altos de testosterona que las mujeres y tenían en general menos aversión al riesgo. En hombres y mujeres con niveles similares de la hormona, la diferencia desaparecía.
Los hombres y mujeres casados tenían menores niveles de testosterona que los solteros, mostró el estudio, confirmando investigaciones anteriores en que se ha hallado que los que contraen matrimonio son más cautelosos que quienes no lo han hecho.