Una continua caída de pasajeros ha registrado el sistema de buses del Transantiago en los últimos 10 años. Y ese escenario persistirá, según un estudio del Ministerio de Transportes que realiza una proyección de los viajes de los usuarios en 2018: se plantea que menos personas tomarán los buses, mientras que en Metro se observará un aumento de flujos, tras el debut de las líneas 3 y 6 de Metro, que sumarán 37 kilómetros a la red.
El estudio de la Secretaría del Transporte (Sectra) de la cartera fue realizado en 2016 en el marco de la licitación que llamará el gobierno a mediados de este año para concesionar nuevos servicios. Así, a través de un software, se modeló cómo se moverán los santiaguinos en 2018, año en que debieran comenzar a operar las empresas seleccionadas por el gobierno. Esta información es útil para conocer las zonas más atractivas para funcionar y su costo.
¿Qué escenario le espera a los pasajeros y a las empresas del Transantiago? El informe dice que "se observa una disminución significativa de la demanda por los buses", cayendo un 15%, pasando así de 568 mil a 481 mil personas en la hora punta de la mañana, uno de los horarios más relevantes en cuanto a traslados.
El informe oficial añade que la "Unidad 2", donde hoy opera la empresa Subus -que se encuentra en crisis financiera-, mostrará una baja de la afluencia de pasajeros de un 30%, la mayor de todo el sistema. En cambio, la "unidad 7 ", hoy a cargo de STP, es la única zona que presenta una potencial alza de usuarios de un 13%. (Ver infografía).
El reporte añade que Metro captará a los usuarios que se bajarán de la micro. Se indica que la puesta en marcha de las Líneas 3 y 6 -ésta última comienza a operar a fines de este año-, llevará a que crezcan los flujos de pasajeros sobre un 21,2% en el tren subterráneo, el próximo año, en la hora peak matinal. Se indica que este medio pasará de trasladar 241 mil personas en 2016, a un total de 293.272 personas en 2018.
Se analizó, además, que la carga de usuarios en las estaciones de las nuevas líneas, ayudarán a "descongestionar el sistema de transporte subterráneo". Esto, pues las estaciones intermodales (que conectan con otros tramos o con buses), ayudarán a distribuir al público.
En el informe, sin embargo, se advierten que las Líneas 2 y 4 (en sentido sur-norte), operarán a su máxima capacidad en varias estaciones, por el alza en los flujos en el resto del servicio.
En el estudio se añade que la puesta en marcha del tren Alameda-Nos ayudará, también, a captar los pasajeros que antes circulaban en buses.
La investigación de Sectra también plantea un aumento de los niveles de congestión, lo que afecta las velocidades del transporte. Por ello, se señala que debería haber un 13% más de flota de microbuses en las calles para agilizar los traslados.
Visiones
Iván Poduje, socio de la Oficina Atisba, sostiene que ante estos resultados "cuesta entender que haya más buses en las calles, si la demanda por ellos cae". Añade que los vehículos en superficie deben ser "alimentadores" de Metro, porque es el medio mejor evaluado. Por ello, insiste en que se debe ampliar esta red a 300 kilómetros, y "no apostar por insistir con otros medios".
Diego Puga, economista de la empresa PvV, agregó que la ciudad "se está haciendo más compleja, desde la perspectiva de la movilidad", por lo que se debe priorizar eltransporte público "que es más eficiente".
¿Se interesarán los privados en este negocio? Puga añade que la escena proyectada "no afecta una eventual participación de proponentes, pues se ajusta a esta realidad. Lo importante es conocer la forma en que se resguardará que esa demanda se estabilice o crezca en el tiempo".