Casi US$ 252 millones suman los costos que ha tenido que enfrentar la Dirección de Vialidad del Ministerio de Obras Públicas (MOP), entre 2010 y 2015, para recuperar la red de caminos y conectividad afectada por el terremoto y tsunami del 27/F, el terremoto de Pisagua en 2014 y, al año siguiente, la erupción del volcán Calbuco y los aluviones en Atacama.

Se trata de gastos que, según un estudio de las universidades Católica de Chile y de Concepción, se podrían reducir si se toman en cuenta las mitigaciones por este tipo de fenómenos a la hora de plantear los proyectos de infraestructura. También se detectó que las lluvias generan mayor daño que los terremotos o erupciones volcánicas, debido a la frecuencia con que se producen estos fenómenos.

El director de ingeniería y gestión de la Construcción UC y ex ministro del MOP, Hernán de Solminihac, explicó que, además de la investigación, se realizaron recomendaciones al gobierno para que incluya estos datos en la evaluación social de los proyectos y, de esta forma, justificar la inversión. "Tal vez no cambiar la fórmula de evaluación, pero sí determinar los beneficios y costos de un determinado proyecto. Debemos definir qué beneficios tiene para el país que cuando se corte un puente se pueda circular por otro alternativo", puntualizó.

Para Juan Eduardo Saldivia, presidente de Copsa, los datos reflejan la necesidad de "trabajar en una estrategia nacional destinada a determinar qué inversiones deben hacerse para enfrentar de mejor manera estas situaciones".

Desde el MOP señalaron que se está actualizando el Manual de Carreteras para "identificar y definir los criterios de diseño, el uso de materiales, entre otros temas", en relación al cambio climático. Añadieron que la cartera está invirtiendo en diferentes obras de mitigación, entre ellas las de control aluvional.