La gente que asiste a servicios religiosos es más optimista y menos proclive a ser depresiva con respecto a los que no acuden a este tipo de actividades, concluyó un nuevo estudio en Estados Unidos.
Los resultados de la investigación respaldan un estudio previo que indicó que la participación en eventos religiosos puede promover la salud física y mental - y reducir el riesgo de mortalidad - posiblemente al calmar a las personas en momentos de mayor tensión, generando interacciones sociales significativas y ayudando a dejar malos hábitos.
Las personas que dijeron haber asistido a servicios religiosos más de una vez a la semana en el último mes tenían un 56 por ciento más de posibilidades de lograr una puntuación por encima de lo normal en nivel de optimismo, en relación a aquellas que no participaron en estas actividades, indicó el estudio publicado en el Journal of Religion and Health.
Además, las personas que dijeron haber acudido a los servicios semanalmente eran un 22 por ciento menos propensos a ser depresivas o a tener síntomas depresivos, en comparación a los no asistentes.
Pero un investigador del estudio advirtió que la gente no debería asumir que adoptar una religión o acudir a la iglesia, sinagoga, templo o mezquita iluminaría sus vidas automáticamente.
"Existe una correlación, pero eso no significa que exista causalidad", dijo Eliezer Schnall, un profesor adjunto de la clínica psicológica de la Yeshiva University en Nueva York. "Uno podría argumentar que las personas que son más optimistas tienen tendencia a acudir a servicios religiosos", sostuvo.
Schnall también destacó que el estudio examinó a mujeres mayores, de modo que los presuntos beneficios de la actividad religiosa podrían no aplicarse a personas más jóvenes o a hombres.
Las mujeres mayores en particular tienen más tendencia a interactuar en servicios religiosos y a beneficiarse de ellos, según determinaron investigaciones anteriores.