Si bien se sabe que las plantas responden a estímulos externos tales como música y sonidos, un nuevo estudio de la Universidad de Misuri, Estados Unidos, ha revelado que además saben cuando están siendo devoradas.

Para la investigación, los expertos se basaron en la planta Arabidopsis thaliana, especie nativa de Europa, Asia y el noroeste de África, y pariente del brócoli, del kale, del repollo, y de otros miembros del género brassica.

Esta planta se utiliza comúnmente en experimentos pues es de las pocas que su genoma ha sido secuenciado en su totalidad. Esta planta tiene la característica de que produce aceites de mostaza que son medianamente tóxicos para los depredadores, por lo que los científicos esperaban que este fuera un indicador dentro de la investigación.

Para realizar el estudio, los investigadores grabaron las vibraciones que las orugas hacen cuando se comen una hoja de la Arabidopsis thaliana, pues tenían la teoría de que de alguna forma, podían sentirlas o escucharlas.

Según la investigación, al reproducir las vibraciones que simulaban una oruga alimentándose, la planta mandaban aceite de mostaza extra a sus hojas, lo que indicaba que creía estar bajo ataque e intentaba alejar a su depredador.

De acuerdo a  Heido Appel, científica de la división de ciencia de las plantas de la U. de Misuri., lo más notable de la investigación es que las plantas fueron expuestas a distintas vibraciones, incluyendo aquellas hechas por el viento u otros sonidos de insectos, pero frente a ellos no incrementaron su defensa química. "Esto indica que la planta puede diferenciar las vibraciones de un depredador alimentándose de ella de otras vibraciones comunes", explica.

"Investigaciones anteriores estudiaron cómo las plantas respondían a energía acústica, incluyendo música", agrega Appel. "Sin embargo, nuestro trabajo es el primer ejemplo de cómo las plantas respondan a una vibración ecológicamente relevante. Descubrimos que las vibraciones de depredadores alimentándose son una señal para que la planta cambie el metabolismo de sus células, creando más denfensas químicas que repelen el ataque de orugas".