Al comparar el fondo de la famosa pintura renacentista realizada por Leonardo da Vinci a comienzos del siglo XVI -y que adorna las paredes del Museo del Louvre en Paris-, con la de su doppelgänger "La Gioconda" -en el Museo del Prado en Madrid-, expertos en arte determinaron que los paisajes que adornan el fondo de ambos cuadros fueron pintados utilizando la técnica de la esterografía y que son dos mitades de una imagen 3D, cada una de ellas mostrando una perspectiva diferente de la mujer sentada, Lisa Gherardini . La estereografía es un método para representar objetos tridimensionales en un plano, por medio de sus proyecciones.
Pero tras la última restauración de la copia del Prado, que permitió estudiar y comparar en mayor detalle ambas obras de arte, un nuevo secreto salió a la luz. El paisaje de ambas pinturas no es la actual campiña del norte de Italia, como se pensaba, sino un fondo falso, probablemente ubicado en el estudio de Da Vinci.
Según explica el nuevo estudio realizado por investigadores alemanes y que pronto será publicado en la revista especializada Leonardo, "los fondos de las obras son estadísticamente iguales en relación a la forma, aunque el fondo del cuadro del Prado es una versión con un zoom del 10%, en comparación con el fondo de la obra del Louvre". A esta conclusión llegaron luego de analizar distintos puntos de referencia en los paisajes de fondo de la "Mona Lisa" y "La Gioconda", como se conocen las pinturas.
Esta diferencia en la perspectiva de ambos cuadros es producto de la distancia en que Da Vinci y su discípulo, quien se supone pintó la obra que se exhibe en España, estaban sentados respecto del fondo falso cuando pintaron los cuadros.