Una promesa de la Presidenta Bachelet el 21 de mayo del año pasado anunció 15 mil computadores para los mejores alumnos de séptimo básico. Pero cuando Rodrigo González recibió una carta del Ministerio de Educación diciendo que recibiría un premio, lo primero que pensó es que eran libros.

Otros tres compañeros del Colegio Grenoble de Quinta Normal, Michelle Saldías, Constanza Malhue y Sebastián Padilla, pensaron algo parecido. Y cuando les dijeron que era un computador y que, además, podrían elegir el modelo, les costó creer.

Ninguno de los cuatro tenía computador en su casa, por lo que las tareas las hacían en bibliotecas o en cibercafés. Si no había plata, Rodrigo debía ir a la casa de una tía, a pedirle prestado el internet.

Ahora, sus padres, que no contaban con recursos para comprar un equipo, contrataron conexión Wifi y a Rodrigo y sus compañeros les cambió la vida. No sólo hacen las tareas, sino que chatean, juegan y se comunican a través de las distintas redes sociales. Y les enseñan a sus hermanos menores y a sus padres a usar sus notebooks.

MEDIR EL IMPACTO
Hasta ahora, las políticas de implementación tecnológica para escolares -como esta, llamada Yo Elijo mi PC-  no tenían una medición clara del impacto en los aprendizajes. Se tenía la intuición de que era importante desarrollar habilidades tecnológicas en los estudiantes, para que supieran enfrentar un mundo en el que es importante saber qué hacer frente a un computador.

Pero un estudio del Centro de Microdatos de la Universidad de Chile aclaró el misterio. La Investigación fue elaborada por Claudia Peirano, Martha Kluttig y Constanza Vergara. En ella, se establece que el computador en la casa es el que más influye en el rendimiento: la diferencia entre un alumno que no tiene acceso a computador en su hogar y otro que sí lo tiene y que, además, cuenta con internet es de 81 puntos en la prueba PISA de Ciencias, es decir, el estudiante sin equipo ni internet saca 402 puntos y quien sí tiene, 483. Para dimensionarlo, el efecto que produce el uso frecuente del computador en la casa equivale a tener una biblioteca de entre 200 y 500 libros.

ESCUELAS DÉBILES
Hasta ahora, el esfuerzo público se ha concentrado en dotar de computadores e internet a los colegios. Sin embargo, el estudio señala que la influencia que el uso de tecnología en la escuela tiene un efecto marginal en el rendimiento (ver recuadro).

Una de las razones es que en Chile la cantidad de alumnos por computador sigue siendo alta: 23, mientras que en las escuelas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE) hay seis estudiantes por equipo. A la luz de esta cifra, se entiende mejor que casi la mitad de los alumnos chilenos señale que usa muy poco el computador en la escuela. Y también se entiende que éste tenga tan poco efecto en el rendimiento escolar. "Falta poner los equipos en las salas de clases y, además, capacitar a los docentes" señala Martha Kluttig.

En cuanto al equipamiento por el hogar también hay una gran deuda. Entre los alumnos más pobres, sólo el 13% tiene un computador y el 3% tiene internet. Mientras que una amplia mayoría -el 94%- de los niños de mayores recursos tiene computador en casa y siete de cada diez, cuentan con acceso a la red. Así, sólo ellos pueden equiparar su acceso con los niños de países miembros de la OCDE, a la que Chile aspira a ingresar.

"Esta es la brecha del futuro", señala Claudia Peirano. Y agrega: "Su efecto es que quien no tiene acceso aprende menos que sus pares y tendrá menos habilidades de comunicación y todas las que están ligadas al uso de tecnología, como la resolución de problemas a través de estas herramientas. Por lo tanto, sufrirá una consecuencia en el acceso a educación superior y al mundo del trabajo".

LA POCA INFLUENCIA DEL COLEGIO

Desde el año 2000, el programa Enlaces del Mineduc, encargado de la política de tecnología en los colegios, ha invertido más de 122 mil millones de pesos en equipamiento y capacitación. También está a cargo del programa Yo Elijo mi PC, el que entrega equipos directamente a los niños. 

En ocho años, la cifra de alumnos por computador ha bajado de 70 a 23. Pero aún es insuficiente, porque según el estudio, entre un establecimiento con 50 alumnos por computador y uno con 20, la diferencia es de sólo cinco puntos en Pisa. La influencia podría ser mejor si se pasara de 20 alumnos a cuatro alumnos por PC: entre ellos la brecha es de 15 puntos.

La otra falla está en el uso que los profesores hacen de los equipos. El ideal es que sean un complemento de las asignaturas como matemáticas o lenguaje y que no se usen sólo para la clase de computación. "Sabemos que falta más acceso y perfeccionamiento. En esto último esperamos que a partir del próximo año las facultades de educación puedan formar a sus docentes en el uso pedagógico de los computadores" señala Didier de Saint Pierre, director de Enlaces.