Las organizaciones yihadistas mataron a 5.042 personas en noviembre, una cifra que muestra que son más fuertes que nunca, según un estudio británico publicado este jueves.
Irak tiene el triste récord de víctimas, seguido de Nigeria, Afganistán y Siria, según este informe elaborado por el servicio mundial de la BBC (BBC World Service) y el Instituto de Investigación sobre la Radicalización (ICSR) del King's College de Londres.
En total, estas organizaciones perpetraron 664 ataques en noviembre. Dieciséis grupos yihadistas los reivindicaron o fueron identificados como responsables, y el 60% no tenía nada que ver con Al Qaeda, el enemigo número uno hace sólo unos años, según el estudio.
Casi la mitad de los ataques (44%) fueron obra del grupo Estado Islámico (EI), que opera principalmente en Irak y Siria y que mató en noviembre a 2.206 personas en 308 ataques.
El grupo Boko Haram de Nigeria es el segundo más mortífero, con 801 muertos en 30 incidentes.
Estas cifras son "increíbles, teniendo en cuenta que hace tres años el mundo occidental se decía 'ya está, Al Qaeda está en decadencia, muerta, estratégicamente derrotada '", dijo Peter Neumann, investigador del King's College.
"Todo el mundo pensaba que la primavera árabe traería la libertad y la democracia. Ahora tenemos un movimiento yihadista en partes del mundo donde nunca hubiéramos imaginado que aparecería", añadió.
Los autores reconocen las dificultades de su estudio, sobre todo en un contexto de guerra civil, donde es difícil atribuir determinados actos a un grupo en particular y donde reunir información es difícil.