Las británicas llevan minifalda hasta que tienen 40 años, según un estudio dado a conocer por los grandes almacenes Debenhams.
Hace 20 años, pocas mujeres se habrían atrevido a llevar minifalda después de los 33 años, agregó.
"Esto muestra que las mujeres de ahora tienen una mayor confianza en sus cuerpos y que les gusta vestir en consecuencia", dijo en un comunicado.
"Si esta tendencia sigue, no hay duda de que en la próxima década, mujeres de cuarenta y tantos y cincuenta y pocos considerarán de manera justa la minifalda como una parte esencial de su armario diario", añadió el estudio.
MINIFALDA
Los grandes almacenes dieron los datos después de haber estudiado el perfil de edad de las mujeres que en los últimos seis meses han comprado faldas cortas, de 36 centímetros.
Según sus resultados, se ha pasado de un promedio de 36 años de la compradora al principio del milenio a otra de 40 años hoy. Los datos de 1980 mostraban que de media, las mujeres dejaban de comprar minifaldas cuando cumplían 33 años, una cifra que permanecía sin cambios desde mediados de los 60.
Debenhams destacó que los expertos creen que la popularidad de una cultura intensiva en gimnasios, que ha permitido a las mujeres tener cuerpos más en forma durante más tiempo, puede ser la razón, al igual que el aumento en el número de británicas que viven solas.
MUJER MODERNA
La pasión de la mujer moderna por la minifalda comienza a los 14 años, pero no se compra la primera hasta que tiene 16, según el estudio. Además, se salta las normas de los uniformes escolares elevando la cintura de la falda, para que parezca una minifalda.
Las faldas se acortan entre los 16 y los 19 años pasando de 46 a 36 cm, antes de alcanzar su nivel más corto, 32 cm, con 23 años.
La longitud vuelve a crecer entre los 23 y los 27 años pasando a 37 cm, posiblemente debido al inicio de la primera relación estable y a las ganas de no llamar la atención, dijeron los grandes almacenes.
Sin embargo, la cadena de ropa descubrió que la popularidad de las minifaldas vuelve a saltar entre los 27 y los 34 años, al romperse esas relaciones y formarse otras nuevas.
La tendencia hacia unas faldas más largas comienza de manera irreversible a los 40 años, cuando las prendas de 46 cm de largo, aún ligeramente por encima de la rodilla, se vuelven más frecuentes. A partir de ahí, el aumento de la tela es radical, y cae por primera vez por debajo de la rodilla a partir de los 42 años.