Los niños víctimas de abuso sexual suelen comenzar a tener relaciones sexuales antes que los menores sin esa mala experiencia, quizás por el estrés emocional.

Un nuevo estudio demuestra que existen otros tipos de maltrato, como el abandono y el abuso físico y emocional, que también elevan el riesgo de tener un inicio sexual temprano.

"Todos los tipos de maltrato (el abuso físico y emocional, el abandono y el abuso sexual) aumentan el riesgo de estrés emocional a los 12 años y de inicio sexual a entre los 14 y los 16 años", dijo la doctora Maureen M. Black, de la Universidad of Maryland, en Baltimore (EEUU).

"Las relaciones sexuales en la adolescencia elevan el riesgo de uso inadecuado de métodos de anticoncepción y de tener parejas múltiples, dos conductas que exponen (a los menores) a las infecciones de transmisión sexual y al embarazo", agregó.

MALTRATO
El equipo de Black investigó la relación entre varios tipos de maltrato y la actividad sexual en 637 adolescentes de 14 años y en 493 de 16 años.

Una fortaleza del estudio, precisó Black, fue que "se siguió a los niños que habían sufrido maltrato (o no) hasta la adolescencia, en lugar de pedirles (a ellos o a los adultos) recordar sus historias de maltrato o inicio sexual".

El seguimiento comenzó cuando los niños tenían 4 años, en los estudios llamados The Longitudinal Studies of Child Abuse and Neglect (Longscan).

Ese grupo de niños registra una alta tasa de maltrato: el 79% cuando se los entrevistó a los 14 y el 81% cuando se los entrevistó a los 16 habían sufrido maltrato antes de los 12 años. Ellos habían padecido abuso sexual, físico o sicológico o abandono.

A los 14, el 21% por ciento de esos niños tenía actividad sexual, mientras que a los 16 la tenía el 51%, publicó la revista Pediatrics.

ACTIVIDAD SEXUAL
Según el equipo, los adolescentes que habían sufrido algún tipo de maltrato, no sólo abuso sexual, eran mucho más propensos a tener actividad sexual a los 14 y a los 16 años, que los adolescentes que no habían padecido maltrato.

Por ejemplo, a los 14 años, los adolescentes con antecedentes de abuso sicológico eran dos veces más propensos a tener actividad sexual que los que no habían tenido esa mala experiencia. El abuso físico y el abandono estuvieron asociados con aumentos relativamente similares de ese riesgo.

Los jóvenes maltratados tuvieron también significativamente más estrés emocional que los jóvenes no maltratados y el estrés emocional explicó la relación entre el maltrato y el inicio de la actividad sexual a los 14, indicó Black.

A los 16 años, factores distintos al estrés emocional explicaron la relación entre el maltrato y la actividad sexual.

"Los niños víctimas de maltrato están en riesgo de iniciar la actividad sexual tempranamente y deberían ser el centro de atención de las intervenciones orientadas a las experiencias traumáticas para mejorar la salud sicológica y conductual", concluyó Black.

"Las evaluaciones de los adolescentes sexualmente activos no deberían limitarse a los riesgos de embarazo e infecciones, sino que deberían incluir una evaluación general orientada a detectar la posible existencia de un maltrato", agregó.