Desde 1879, y antes de la llegada de los antibióticos, la empresa tras el enjuague bucal Listerine había indicado que su producto podía ser usado para curar la gonorrea, enfermedad de transmisión sexual producido por la bacteria Neisseria gonorrhoeae. Sin embargo esto nunca había sido comprobado, hasta hoy.
Para verificar si era cierto, investigadores del Melbourne Sexual Health Centre en Australia realizaron diferentes ensayos de laboratorio utilizando diluciones de Listerine Cool Mint y Total Care. Ambos tienen 21.6% de alcohol y fueron aplicados a cultivos de N. gonorrhoeae, mientras que en otra muestra comparativa se utilizó solución salina. El Listerine con una dilución de 1 hasta 4 y aplicada por un minuto, redujo significativamente el número de cultivos de Neisseria gonorrhoeae.
Con estos resultados, los expertos llevaron a cabo un ensayo clínico en donde se analizaron 196 hombres gay y bisexuales que tenían gonorrea en sus bocas y gargantas, y que había retornado para obtener tratamiento a una clínica ubicada en Melbourne, Australia entre mayo del 2015 y febrero del 2016.
Casi un tercio del total de personas (58 personas) tenían la bacteria en su garganta. De ellos, 33 hombres fueron aleatoreamente asignados para que se enjuagaran e hicieran gárgaras con Linsterine, y a 25 de ellos se les pidió que enjuagaran e hicieran gárgaras con solución salina.
Luego de un minuto, los expertos encontraron que la proporción viva de la bacteria en aquellos que utilizaron Listerine era del 52%, mientras que aquellos que utilizaron solución salina era de 82%. Aquellos hombres que usaron Listerine, tenían un 80% menos de probabilidad en obtener un resultado positivo en la presencia de gonorrea luego de cinco minutos tras las gárgaras que aquellos hombres que utilizaron solución salina.
Los investigadores señalaron que el período de monitoreo fue corto, así que todavía no pueden saber con exactitud si el efecto del enjuague bucal es a corto plazo o no, por lo que es necesario un estudio más largo para comprobar realmente su efectividad. El estudio fue publicado en Sexually Transmitted Infections.