Los consumidores de crack, un derivado de la cocaína, tienen cuatro veces más riesgos de contraer el virus VIH que el resto de la población, según un estudio canadiense que analizó a drogadictos de Vancouver durante nueve años.
Según dijeron hoy medios de comunicación locales, el estudio, realizado por un centro especializado en la investigación de VIH/sida de la provincia de Columbia Británica, sugiere que las autoridades establezcan locales supervisados para que los adictos puedan utilizar crack.
El director del British Columbia Center for Excellence in HIV/AIDS, el doctor Evan Wood, declaró a una radio local que el elevado riesgo de infección puede que se deba a las heridas bucales que producen las pipas utilizadas por los drogadictos para fumar crack.
Wood también dijo que otra razón puede ser que los drogadictos mantienen relaciones sexuales sin condones.
Pero el doctor Wood añadió que el establecimiento de lugares supervisados para que los drogadictos puedan consumir crack y el reparto de instrumentos que reduzcan sus heridas bucales ayudarían a bajar la incidencia del VIH entre este grupo.
El estudio también reveló que la proporción de personas que fuman de forma diaria crack en el centro de la ciudad de Vancouver ha pasado del 12 por ciento al inicio del estudio al 40 por ciento en las fases finales.
La razón de este incremento podría ser la creencia entre drogadictos de que el consumo de crack ofrece menos posibilidades de contraer VIH que el de drogas intravenosas.